SOY TU CITA|• KOOKMIN

Capítulo 20.

[...]

Las horas habían pasado, y Jungkook seguía ignorándolo. Jimin no aguantaba el hecho de no saber la razón.

¿Acaso no se suponía que era él quien estaba enfadado? ¿Cómo es que se invirtieron los papeles, y ese imbécil ahora le llevaba la delantera?

En fin, todos habían decidido pasar la tarde en el lago, como prometieron.  A pesar de que Jungkook estaba allí, desistió de la idea y regresó a la casa por su cuenta. Jimin esperó unos minutos para seguirlo; necesitaba saber qué carajos le pasaba al imbécil. Pero no fue tan sencillo; solo se ganó una tonta discusión que lo llevó a seguirlo hasta la habitación, pues Jungkook lo ignoró y se alejó.

— ¡Maldición, ¿cómo esperas que sepa qué carajos te molesta si no me lo dices, orangután! — se quejó Jimin, con las mejillas rojas por la frustración.

— ¡Deja de llamarme así! — replicó Jungkook, irritado.

— ¡No lo haré hasta que me digas por qué estás enfadado! — se negó Jimin. — ¡Yo debería estarlo! ¡Robaste mi papel! ¡¿Con qué derecho lo hiciste?! — acusó.

—¡¿Tú?! — Jungkook golpeó con la palma de su mano al lado de la cabeza de Jimin, sobre la puerta. — ¡Eres…

Jimin lo observó sorprendido y algo asustado por el golpe. Sus ojos azules no dejaron de mirar a los de Jungkook, quien solo sonrió de lado, intentando calmarse.

— Maldición — murmuró Jungkook, negando con la cabeza. Se encontraba a escasos centímetros de los labios de Jimin; sus ojos se fijaron en ellos, y con una mano rodeó la cintura del menor.

Jimin abrió aún más los ojos al sentir el toque de Jungkook, pero nada pasó. Jungkook se detuvo al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer; alejó su mano de la cintura de Jimin y cerró los ojos, cansado. Antes de hablar, mordió su labio inferior, pensando en si debía o no hacerlo, pero finalmente se decidió, mandando todo al carajo.

— ¿Te gustó su beso? — preguntó Jungkook finalmente, y Jimin lo observó a los ojos. — Supongo que se sintió bien…

— Tú… — susurró Jimin, sorprendido por la pregunta directa.

— Los vi — sonrió Jungkook, con una mezcla de dolor y resignación. — Finalmente lo hiciste, ¿no? Vas un paso adelante — suspiró. — ¿Cómo se siente eso, Park?

— No es lo que piensas... —murmuró Jungkook, su voz temblando con la mezcla de confusión y deseo.

— Ya lo conseguiste, conseguiste dar el primer paso —interrumpió Jungkook, sintiendo cómo la tensión entre ambos crecía—. Eso es bueno, podremos terminar con esta situación tan incómoda lo antes posible... —calló de repente.

Pero no porque él así lo quisiera, sino porque unos suaves labios impactaron contra los suyos repentinamente, tomándolo por sorpresa. Jimin lo besó, sus delgados brazos rodearon de inmediato el cuello del contrario, sus piecitos estaban en punta para lograr tal acción. El beso fue solo un toque al principio, pero el menor intensificó la conexión al mover sus labios lentamente sobre los de Jungkook, algo que este correspondió de inmediato sin dudarlo.

El pelinegro se encontraba enfadado y no entendía bien el porqué de sus sentimientos. Se suponía que ese era el plan: que Jimin y Eun Woo terminaran juntos. Sin embargo, le molestaba tanto el hecho de verlo besarse con otra persona. Queriendo acabar con esa frustración que lo consumía, lo besó con rudeza y deseo, probando esos labios que le quitaban el aliento al menor, quien jadeó por lo bajo ante la intensidad del momento. En esos instantes no sabía bien lo que hacía, pero sí tenía claro lo que quería hacer a continuación. Sus manos fueron a la estrecha cintura del menor y apretó con fuerza; su cuerpo se apegó al del contrario mientras su lengua se introducía en esa cálida cavidad bucal. Jimin se aferró a él y Jungkook sonrió por ello, sintiendo una mezcla de posesión y deseo.

— Ahh… espera —susurró Jimin cuando el pelinegro comenzó a besar su cuello, bajando sus manos hacia su trasero y apretando con firmeza—. Kook...