capitulo 1: nuestra pequeña

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El sonido del timbre de la puerta se podía escuchar sobre el agua corriente. Una mujer de mediana edad estaba de pie junto al fregadero lavando platos, su cabello rubio estaba recogido en un moño desordenado y las mangas de su camisa rosa arremangadas hasta los antebrazos.

"Alex, ¿puedes abrir la puerta?" Llamó por encima del hombro a su hijo adolescente, pero manteniendo los ojos en los platos frente a ella.

"Claro" Alex saltó del sofá al lado de su padre, se ajustó su cachucha en la cabeza.

"Asegúrate de ver quién es primero" Su padre giró la cabeza para dar la instrucción antes de volver a mirar la televisión, asegurándose de bajar el volumen para escuchar quién estaba al otro lado.

Alex se puso de puntillas, maldiciendo en silencio los genes de su madre por su poca estatura, miró por la mirilla pero no vio nada. Volvió a ponerse de pie con un pequeño ceño fruncido en su rostro; se apartó un poco de la puerta y se volvió hacia su padre.

"Um, no hay nadie" Su padre simplemente se encogió de hombros.

"Debe haberse equivocado de casa" Alex miró hacia la puerta antes de volver al sofá.

Su padre estiró los brazos y se rascó la barba, tirando de la gorra de Alex para alborotar el cabello rubio que hacía juego con el suyo. Buscó el control remoto una vez más y lo vio en la mesa de café, justo cuándo su mano tocó el control, se escuchó un grito en la cocina. Alex compartió una mirada con su padre antes de que ambos se pusieran de pie, caminando lentamente hacia la cocina, el padre de Alex asegurándose de mantener a su hijo detrás de él.

"¿Cariño?" Llamó pero no recibió respuesta.

"¿Ma-mamá?" Alex tartamudeó pero una vez más no respondió.

Estaban a punto de doblar la esquina de la cocina cuando un hombre corpulento con una máscara de oveja salió corriendo. Alex inmediatamente alcanzó a su padre, quien se giró y empujó a Alex hacia atrás.

"CORRE" El hombre corpulento agarró a su papá y comenzó a arrastrarlo hacia la cocina.

Alex salió corriendo hacia la puerta principal, con lágrimas en los ojos y el miedo corriendo por su sangre. Abrió la puerta principal y se congeló cuando vio a un hombre más bajo pero con la misma máscara parado frente a él. El hombre entró a la casa causando que Alex tropezara con sus propios pies. El intruso cerró la puerta de golpe, alcanzó a Alex y el joven adolescente gritó pidiendo ayuda.



Joy dejó escapar un gemido cuándo sonó el timbre de su teléfono; se quedó boca abajo pero giró la cabeza hacia la izquierda. Moviendo un brazo debajo de su cabeza para alcanzar el teléfono a ciegas y el otro permaneciendo alrededor de su esposa. Parpadeó y vio un mensaje de texto de su jefe; desbloqueó el teléfono y leyó el texto.

"¿Qué pasa?" Ashley murmuró, moviendo su propio cuerpo para enroscarse alrededor de Joy, colocando un pequeño beso en su omóplato.

"Tenemos un caso" Joy volvió a dejar su teléfono y se frotó los ojos para quitarse el sueño.

"Mierda" Ashley pasó la mano por la espalda de Joy.

"Suena mal, toda la familia asesinada en los suburbios." Su voz salió más ronca por la mañana.

"Nunca pensé que estaría feliz de vivir en la ciudad", susurró Ashley en su cabello, su propio cabello le hacía cosquillas en el brazo desnudo de Joy.

Ashley y Joy han estado casadas durante 5 años, juntas más tiempo que eso. Se conocieron cuándo ambas estaban en la academia , ahí hubo una conexión instantánea y ambas sabían que era amor. Su vida era complicada, cuándo te pones un arma en la cintura todas las mañanas no puede ser más que complicado, pero lo hicieron funcionar. El FBI desaprobaba las relaciones entre agentes, pero tuvieron suerte con Jesse cómo su jefe, ya qué llevaba siendo su amigo durante mucho tiempo, convenció a los altos mandos para que las dejaran permanecer y trabajar juntas.

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