Capitulo 7

462 23 0
                                    

Te vi, ¿Sabes? Justo mientras te subías al auto de algún chico. Fui a tu campus tan pronto como pude salirme de mi última clase, corrí tan rápido como pude, pero aun así no logré alcanzarte. Sé que me viste, no te habrías ido de esa forma de no ser así. Pero está bien, aun no quieres verme.

Seguiré esperando.

***

- ¿Estas segura de que estas bien?

Asentí mientras mi corazón galopaba dentro de mi pecho. Puse una mano allí y presioné intentando que el dolor se detuviera. Solo habian pasado unos minutos desde que había entrado al auto cuando recibí el mensaje.

Sentí mi rostro acalorarse mientras guardaba el celular dentro de mi mochila. Había estado tan sorprendida de verlo.

Sabia que tendría que haber visto esto venir, pero no lo hice. Estaba tan preocupada de que él finalmente fuera a casa de Rebeca que ni siquiera había pensado que podía venir aquí.

- Gracias por hacer esto - Le dije a Camilo y él solo asintió sin dejar de mirar hacia la carretera. No sabía que habría hecho sin él. Me había preguntado si quería que me llevara a casa e iba a decirle que no cuando había visto a Esteban parado fuera del campus.

Y casi tuve un ataque al corazón.

Camilo ni siquiera había hecho preguntas sobre porque me metí tan rápido a su auto y le dije que arrancara el auto de inmediato.

- ¿Te llevo a tu casa?

Pensé sobre eso. Podría ir y sacar mis cosas antes de que Esteban volviera, pero no quería arriesgarme, además, había comprado todas las cosas que me hacían falta y Rebeca me había prestado su ropa para no usar la mía cada día.

Así que le pedí que solo me llevara a casa de Rebeca, que de todas formas quedaba mucho más cerca que la mía. le agradecí tanto a Camilo por lo que había hecho que casi tuvo que echarme del auto para que no siguiera haciéndolo.

Cuando finalmente me bajé, miré hacia todos lados frenéticamente casi esperando que Esteban saliera en cualquier momento desde algún lugar. Cuando verifiqué que no había nadie en las calles, corrí hasta la puerta y casi caí dentro cuando Rebeca finalmente abrió la puerta.

- ¿Estas bien? ¿Qué pasó? ¿Esteban está aquí?

Rebeca corrió hasta la ventana para apartar las cortinas y poder mirar disimuladamente hacia afuera.

- No - Me dejé caer en el sillón y cerré los ojos - Él estaba afuera del campus.

- ¿En serio? - Sus ojos se agrandaron dejando caer la cortina y parándose frente a mí - ¿Qué te dijo?

- Nada, me metí en el auto de un compañero de curso antes de que me alcanzara.

- Lo siento - Susurró Rebeca haciendo que abriera mis ojos.

- Está bien-Suspiré-Tendría que haber pensado que eso ocurriría.

Caminó hasta la mesa y abrió una bolsas que estaban sobre ella - Tal vez la comida pueda ayudar ¿Tienes hambre? Compré comida china.

Fui azotada por otra cantidad de recuerdos.

Después de haber ido al concierto, Esteban se aparecía casi cada día en mi casa. Llevaba comida y entonces se quedaba a estudiar o ver una película mientras comíamos en el sillón.

- Pensé que tendrías ganas de un poco de comida china-Dijo un día.

Siempre tenía ganas de comida china. Era mi comida preferida. Me fui a sentar en una de las sillas y empecé a picotear de aquí y de allá mientras empezaba a repasar algunas anotaciones. Tenía un examen gigante en unos días y no podía darme el lujo de sacar una mala calificación.

Él no dijo mucho y yo tampoco. Quería preguntarle que estaba pasando entre nosotros, pero esa pequeña rutina que habíamos desarrollado en los últimos días se habían convertido en lo único por lo que esperaba todo el día y no quería arruinarlo.

Él sacó sus propios libros de su mochila y se puso a estudiar en mi alfombra mientras yo estudiaba en la mesa.

Así que no dije nada. Tal vez solo estaba imaginando cosas en mi cabeza y él solo hacia esas cosas porque me quería como a una amiga. Nada más.

Sin embargo fue a verme a la tarde siguiente.

Hizo lo mismo al siguiente y el siguiente a ese.

Se introdujo en mi vida rápidamente sin que me diera cuenta. Solo se hizo un espacio en mi rutina y pronto él mismo se convirtió en mi rutina.

Impacientemente esperaba a que llegara la tarde solo para eso. O para verlo esperándome fuera del campus para hacer algo después. Generalmente para ir al parque y ver los niños jugar en los columpios.

Siempre se reía de mí porque yo decía que me encantaría ir allí y subirme a los columpios. No importaba si era solo para niños. Esteban siempre terminaba retándome a que lo hiciera, pero nunca tuve el coraje necesario para hacerlo.

Creo que sigo sin tener coraje para un montón de cosas.


Esta Noche Voy a Recuperarla - #2 Esta NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora