La Primera Nevada

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Después de la primera noche en lo que fue Yunmeng Jiang, Lan Xichen por primera vez en mucho tiempo logro dormir mas de las 5 de la mañana y aun mas le sorprendió que su tío no le haya despertado. Cuando el menor se levantó eran alrededor de las 9, una vez que se alisto al abrir la puerta de la habitación de topo con el pequeño niño risueño y su inseparable amigo de juegos, debatiendo quien debería tocar.

Ø ¡Gege, buenos días! – el de negro le sonrió y tomo su mano para llevarlo al comedor- Te esperamos para el desayuno, vamos Cheng-Cheng

Ø ¡QUIEN ES TU CHENG-CHENG! -el de morado grito sonrojado, pero aun así siguió al menor- Buenos días...

Ø Muy buenos días – les sonrió a ambos niños para dejarse llevar por el infante, de hecho, aprovecho para enlazar su mano con él, no había problemas ¿cierto?

Cuando equivocado estuvo en cuanto puso un pie en el pabellón principal para el desayuno, el líder Jiang sonrió, pero, su sonrisa era algo ¿escalofriante? Sin mencionar que llego y le separo de Wei Ying alegando que el contacto físico excesivo estaba mal visto en su secta con ello se llevo al menor y lo sentó en medio de su esposa y el mismo; ante la mirada burlona que le dio su esposa a su marido se prosiguió con los alimentos.

A él, no le quedo mas que sentarse cerca de su tío, se limito a evitar hacer un puchero ante la eminente separación de ambos niños, en varias ocasiones su mirada paraba en Wei Ying siendo de vez en cuando reprendido por la matriarca de la secta al ser consentido por su marido, pero; ella misma también lo mimaba al creer que nadie la miraba. Sonrió con suavidad, la familia Jiang era lo bastante cariñosa y amorosa, tenia una hermana marcial atenta y paciente, los lideres Jiang eran consentidores cuando creían que nadie miraba y finalmente el joven heredero protegía al menor; sin querer había una ligera pizca de ¿envidia? Él quería que su padre, al menos fuera como el Lider Jiang, en una parte silenciosa pero que sus ojos expresaban todo el amor por su familia. Se había sumergido en una pequeña nube que no se percato cuando el de negro llego a él, no hasta que sintió el tirón de su túnica y su dulce voz.

Ø Hua-HuaGege -el menor le sonrió- Vayamos a jugar

Ø ¿Quieres que yo, juegue contigo? -fue cuando su mirada se desvió a la sala, de hecho, solo estaban ellos dos- ¿El Joven maestro Jiang?

Ø Um, el tío Jiang lo llamo para algo e igual tu tío se fue con él para hablar de algunas cosas. ¿Vienes? Te llevare al mejor lugar donde puedes ver los lotos azules, ¿quieres?

Sin esperar respuesta el menor tomo su mano para arrástralo con él, cualquier pensamiento que tuviera fue borrado por el joven, no puedo evitar que su pecho se sintiera burbujeante como si la primavera estuviera llegando a su cuerpo. Al final ambos subieron a un bote para poder ir al lago que el joven había encontrado por curiosidad, claro que el tuvo que remar el bote dado que el joven aun no tenia la fuerza suficiente.

Ø Gege, eres muuuy fuerte - el menor le señalo el camino para después girar sus bonitos ojos grises en su dirección- ¿Todos son así de fuertes?

Lan Xichen se rio suave sin dejar de ver el camino- Podría decirse que sí, los Lan nos conocen por la fuerza de nuestros brazos

Ø ¡En serio! – el joven se levanto se alzo de puntas para tocar el brazo del de blanco –

El joven heredero de Gusu Lan, se sentía abochornado por el menor decir que alguien tres años más joven que él, le haría sentir tantas cosas en poco tiempo y hacer expresiones que creía jamás había ocasionado antes, al final el infante debió quedar satisfecho o recordar a donde le llevaba por que le soltó y le indico nuevamente. Y, como fue la vista de los lotos azules eran impresionantes. 

ENCUENTRO DEL DESTINOWhere stories live. Discover now