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12 𝚍𝚎 𝚊𝚋𝚛𝚒𝚕 2020
Estaba jugando con Donal, era tan bonito. Le di su comida y seguí mirándolo.
— ¿podes dejar de acosar al pato?.
— Cele mira, es mi hijo. –sonreí. Se llama Donald.
— que nombre de mierda. –se ríe. En un rato vuelvo.
— ¿dónde vas? ¿Ya perdonaste a Enzo?.
— vos ya te pusiste de novia con la araña. Selena y Agustina están insoportables, se aguantan entré ellas.
— ¿por qué? ¿Qué les pasó?.
— Selena llora por Gonzalo todavía, Zeballos se comió a otra.
— que pendejos. –negué. Vaya con su amado, nos estamos viendo.
Me dio un beso en la mejilla y se fue. Dejé a mi hijo en su casita y subí hasta la habitación de Selena. Al entrar estaban las dos en la cama comiendo helado.
— si estás mal de amores podes pasar con nosotras. –habla Selena.
— no estoy mal de amores, pero se levantan, se bañan y nos vamos.
— ¿dónde? No queremos ir a ningún lado. –dice Agustina.
— vamos a sacar a pasear a Donald y de pasó se distraen ustedes también. Podemos ir a ver cómo entrenan los chicos.
— ni empedo piso eso. –se queja Agustina.
— va a estar Gonzalo, no.
Las logré sacar de la cama. Después de que se bañaran las dos, preparé a Donald en su casita para llevarlo.
Estamos en el parque, Selena esta tirada en el pasto reflexionando de la vida, Agustina con mi pato.
— amor. –atendí.
— ¿dónde andas mi vida?.
— estoy tomando unos mates con Agus y Sele.. ¿por?.
— haceme la segunda mi reina. Gonzalo y el bostero me están comiendo la cabeza.
Me alejé un poco de mis amigas para poder hablar bien con Julián.
— no quieren verlos Juli, no hay chance.
— por lo menos para que los rechazen, ¿dónde están?.
— ¿dónde están ustedes?.
— saliendo del gimnasio.
— ahora las llevó con alguna excusa.
— dale mi amor, te amo.
— yo más mi vida.
Corte. Al darme vuelta para ponerle alguna excusa a mis amigas.. estaban peleando con un perro y mi pato, Agustina estaba corriendo con Donald en las manos y Selena estaba tratando de agarrar al perro.
— pero, dos segundos me di vuelta loco.
Corrí hasta donde estaban, el dueño del perro viene también... CORREA, CORREA concha.
— osi. –le grita. OSI.
Agarré rápidamente a mí pato. Joaquín me quedó mirando.
— ¿te conozco de algún lado?. –frunce el ceño.
No puede ser que no se acuerde de mí. Mis amigas ya estaban con la baba por el piso.
— tu perro se quería comer a mi pato, educalo.
— ¿¡Ornella!? Sos la prima de Diego ¿no?.
Si papi, me diste una sacudida hermosa.
— sí. –hablé nerviosa. Permiso, nos tenemos que ir.
— para, toma.. para que estemos en contacto.
Me pasó su celular y yo sonreí dejándole mi Instagram en éste. Con mis amigas caminamos hasta el auto.
— ¿se la chupaste o solamente te la metió?. –me pregunta Agustina.
— ¡Agus! Que preguntas haces eh.
— pero no respondiste.
Llegamos al gimnasio, estaban apoyados los tres en la pared hablando una hermosa vista.. ay pero que digo.
La cara de mis amigas cambiaron.
— te esperamos en el auto nosotras.
— yo voy, necesitó verlo. –baja Selena.
— ¿nos esperas acá?. –mire a Agus.
— no tardes porfa.
Asenti, baje y caminé hasta donde estaban, Gonzalo se llevó a Selena.
— pero..mi auto.
— es por una buena causa. –me da un beso en la mejilla. Gracias, prometo no chocarlo.
— OJITO, QUE LE DAS UN BESO. –habla Julián.
Exequiel se metió al auto y yo mire a mi novio.
— somos cupidos amor. –me abraza. ¿Vamos?.
— espero que dejen de cagarla. –le agarré la mano. Son todos iguales.
— menos yo, yo soy solamente de Ornella.
— y más te vale eh.
Me agarró la cintura y yo le di un beso cortó. Me hizo caballito y empezamos a caminar así hasta el auto de Julián.
— ¿te acordás cuándo te caíste del caballo?. –me reí.
— pero cállate Orne, cosas del pasado. Aparte vos también te caíste del caballo gila.
— pero vos fuiste mi príncipe.
Le llené de besos la cara. Solamente él podía sacar mi lado más cariñoso y cursi. Siempre él.
