****



Una hora después...

Todo está listo, ya estamos a punto de subir el jet y estoy esperando a Michell, desesperado por encontrar respuestas en Londres, mis manos teclean rápido mandando mensajes a uno de mis contactos en California, donde le indico que busque cualquier rastro de aquellos imbéciles que la buscaron en el trabajo. Un sonido me hace aparatar la vista de mi móvil... mi cuerpo se eriza por completo incluyendo a mi polla, cuando observo a mi mujer pasar por la puerta con un vestido blanco con flores amarillas más arriba de sus rodillas, unas gafas del mismo color y el cabello en una coleta alta con sandalias bajas cómodas, completamente sexy y jodidamente tentadora. Mis dos hombres al verla no detienen su sorpresa de ver lo hermosa que es, pero un pequeño gruñido los hace observar hacia el jet.

Ordene que trajeran el jet hasta la entrada de la casa, para que no se enterara del escondite donde lo dejo. Su movimiento sexy de caderas me hipnotiza por completo recordándome como es tener encima semejante mujer, su cintura se afirma al vestido, sus piernas gruesas se ven increíbles y puedo detallar sus labios tan apetitosos con ese labial rosa que esta usando. Pero los recuerdos de su negación a nuestro placer joden toda mi vista deliciosa y apetitosa de ella, también eso no me quita el que tengamos que salir pronto de aquí ya es muy peligroso.

—¿Nos vamos? —pregunto con ironía mientras ella pasa de largo hacia la entrada del jet, su aroma a navilla inunda mi nariz, haciendo ese mi aroma favorito y afrodisiaco para incitarme a caer a la tentación de mi mujer.

—Tengo opciones— dice molesta, mientras sube y yo la sigo, entendiéndome en el movimiento pecaminoso que hace su culo al subir las pequeñas escaleras del jet. Ella sigue y continúo observando ese culo que acabo de comerme, hasta que se queda con la boca abierta por el jet detallándolo e impresionándose de la gran "V" de oro rodeada de diamantes colgada en la pared.

—¿Qué pasa gatita? —susurro palmeando un poco su nalga derecha ya que me es inevitable no desear comérmela.

—Puedes dejar de llamarme así, no soy una mascota—escupe molesta alejando mi mano de su culo respingón y perfecto.

—No eres una mascota—aclaro—, y no otra vez, porque me encanta cuando sacas tus garras, mucho más cuando ronroneas y gimes para mí...

—¿V de qué? — cambia de tema rápidamente mientras se acomoda a toda velocidad en el último asiento, sin prestarle atención a mi declaración y me siento en el primero sillón.

—Muévete aquí y respondo tus dudas— hablo entre dientes, no me gusta que actué como niña, y eso me cabrea. Se levanta y se sienta enfrente mío sin expresión alguna—Es la "V" de mi apellido—continuo—Volkova es mi apellido, vengo de una familia muy adinerada e influyente— lo digo con orgullo, nunca me he dejado ver de poca cosa y nunca lo hare.

Ella sigue ahí esperando que continúe redactando mi vida y para mí esto ya es demasiado nunca tengo más de dos noches con la misma mujer y heme aquí con más de tres meses con la misma, más sediento de ella y un nivel de obsesión y un espíritu de posesivo lo cual nunca lo había tenido, desde que la había perdido «Sigue igual que antes».

—Volkova—dice seria —Se escucha a Inglaterra, por eso ese acento británico— efectivamente aparte de sexy, candente, y ponerme cachondo a cada nada más es inteligente «No cambia»

—Por supuesto— ella recuesta la cabeza mientras tomo mi Mac y comienzo a ver mis trabajos. Un maldito email llega a mi bandeja y al sitio web del FBI, que hace hervir mi mente en segundos...

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt