Hasret ||•Şehzade Mehmed•||

Capitulo 65

La sultana Hürrem volvió a los aposentos destrozada, cayendo frente a las puertas.

— Madre, ¿que ha pasado? — Şahihuban corrió hasta ella.

— Mihrimah. — susurró con la vista perdida, llamando la atención de Bali Bey, quien venia entrando para avisar que todos salieran de ahí, las fuerzas del palacio habían caído.

— ¿Que le sucedió a la sultana? — preguntó el, con la preocupación brillando en sus ojos.

— Bayaceto la asesinó. — la sultana Hürrem parecia estar en estado de shock, era como un fantasma, estaba ahí, pero su mente parecia estar en otro lado.

Esas tres palabras llenaron la habitacion de silencio, nadie podía creer lo que escuchaba, Mihrimah habia sido asesinada por quien tanto defendió.

Una lágrima rebelde corrió por el rostro de Malkoçoğlu, quien de inmediato recuperó su postura de seriedad, pero ahora con un profundo odio quemando sus ojos.

— Madre. — Hafsa lloró, pidiendo una explicación.

Esto pareció ser el detonante para la sultana, quien comenzó a llorar nuevamente, siendo abrazada por sus hijas.

— ¡Mi Mehmed! — gritó, haciendo que los ojos de la rubia nuevamente se enfocaran en ella.

— ¿Que le ha pasado a mi esposo? — preguntó acercándose a ella, sin obtener respuesta alguna. — ¿Que le sucedió a mi Mehmed sultana?

— Lo han ejecutado, Suleyman lo asesinó. — gritó, haciendo que la rubia negara.

— ¡No, no, no! — susurró Hasret. — ¿Donde está Mehmed sultana? ¿Que le han hecho a mi Mehmed?

La rubia fue perdiendo el control poco a poco, mientras sus hijos se miraban sin entender muy bien lo que sucedia.

— ¿Donde está mi Mehmed? — gritó, mientras Rustem se acercaba a ella, tratando de sostenerla. — No, sueltame, debo ir a buscar a mi esposo.

— Hasret, debes calmarte, no es bueno para tu hijo. — Şahihuban trató de tranquilizarla.

— ¡No! Sueltenme. — negó entre lágrimas. — El me arrebató todo, me quitó todo.

Hasret estaba teniendo un ataque de nervios en ese momento, pues se negaba a creer que fuese verdad todo lo que le decían.

— Hasret, hija tranquilizate, por favor. — Hürrem tomó su rostro. — Tus hijos te observan, debes ser fuerte por ellos.

— Mamá, ¿el sultán mató a nuestro padre? — Ahmed fue el primero en acercarse, haciendo que todos contuvieran el aliento ante su pregunta.

Hasret entonces sintió todas sus fuerzas irse al escucharlo, por primera vez en su vida no sabia que responder y la mirada del pequeño sobre ella le impedía hablar siquiera.

— ¿Lo mato como mato al abuelo Edmond? — Osman también preguntó.

Las miradas de pena se enfocaban en la rubia, quien solo podía abrir la boca y volver a cerrarla sin encontrar una explicacion para los pequeños.

— ¿Donde está mi papá mamá? — Melek la miró con grandes lágrimas formándose en sus ojos. — Mi tio Selim me prometió que lo traería de vuelta, ¿donde estan?

Hasret negó, esta vez no podría ser quien respondiera sus preguntas, escuchar que su Mehmed habia muerto la había destrozado de maneras inimaginables.

Caminó, yendo hasta el balcón, necesitaba respirar, sentia que se asfixiaba adentro de los aposentos, sentía que todo habia terminado para ella, todo se había acabado.