Estoy harto. | Aether villain (PAUSADA)

2. ¿Hmm?

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Después de despertarse, tomó una bolsa, su espada y unas provisiones y salió de la ciudad por la puerta de detrás, decidido a continuar su viaje sin guía, pues Paimon solo era un estorbo.

Llegó al punto portatormentas para matar unos slimes y hilichurls para calmar su ira, y empezó su viaje hacia Liyue, pues quería preguntarle unas cosas a cierto individuo de visión geo.

Por otro lado, Paimon y el bardo volvieron a la posada, y se alarmaron al ver que el rubio no se encontraba ahí.

— Puede que se haya ido a tomar aire fresco- dedujo Venti.—O se fue a comer algo al Buen Cazador.

— Pero el viajero siempre lleva a Paimon...- Paimon dudó

— Tranquila, estoy seguro que volverá.

[...]

Justo al anochecer llegó el pelirubio al territorio del arconte geo, poco después se encontraba adentrándose en las alegres calles de su ciudad donde muchas caras conocidas disfrutaban del ambiente. Nuestro protagonista fue donde usualmente estaba el pelicastaño, la funeraria El Camino.

Y, efectivamente, el anciano si estaba ahí, por lo que el viajero podría preguntarle la duda que había perturbado su descanso durante estos últimos días.

— Hola, Zhongli.

— Hola viajero, no esperaba verle aqui, ¿quieres hablar de algo?

El rubio asintió.

Se acercó a una puerta, la abrió, y lo invitó a pasar.

—Pase por aqui, estaremos más cómodos.

Entraron en una estancia dentro de la funeraria, donde había una mesa y estanterías con adornos de fantasmas y cosas fúnebres. El arconte le ofreció un poco del té que usualmente tomaba.

— Dime, viajero, ¿que es lo que tanto ansia saber?

Aether se mostraba nervioso; por otro lado, Zhongli tomaba indiferente su taza té, esperando su pregunta.

— Zhongli... puedes contarme porqué me ocultaste que sabias cosas sobre mi hermana?

El mencionado por poco se atragantaba con el té.

-— Q-que... ¿Qué le hace pensar eso?

— Bueno, solo quería saber.

— Es cierto que sé cosas de tu hermana, pero no lo puedo decir, pues está cerrado en un contrato y tengo prohibido su habla.

El rubio sentía como esas palabras alimentaban su furia. <<Que estupidez. ¿Solo por un contrato? ¿No podría romperlo y ya?>>

— ¿Y no lo puedes romper? De verdad necesito saber donde esta mi hermana.—El viajero se mostraba más nervioso de lo que estaba hace minutos.

— Desgraciadamente no puedo, lo siento mucho, viajero.

"No te confíes" Las palabras de su hermana resonaron en la cabeza de Aether. Miró al arconte con desconfianza y asentió. De verdad no le gustaría discutir ahora mismo, era tarde y seguía cansado por el recorrido hecho por la mañana.

Por otro lado, nuestra pequeña guia peliblanca está más que tranquila durmiendo en la sede de los caballeros de Favonius a cargo de Jean.

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—¿Eh? ¿Donde estoy?

El rubio estaba desconcertado. Estaba en un espacio sin nada, todo blanco. No parecía que tuviese suelo, tampoco paredes ni techo. De hecho, ni parecía una habitación. Era un espacio en blanco sin nada ni nadie.

—¿Hola? ¿Hay alguien? ¿Alguien que me escuche?

Nada. Ni un solo alma. Cegado por la preocupación, Aether empezó a correr, buscando a alguien.

De pronto, divisó a alguien en lo lejos y paró un segundo a tomar aire. Al enfocar la mirada, vio a una chica que le resultaba muy familiar.

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