Capítulo 6: Vapor

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La mirada de Kawaki se dirigió hacía el Séptimo, quién sonreía ampliamente. Junto a él se encontraban Sai y Chouji. El Hokage tenía su brazo sobre el hombro del primero, que lo ayudaba como apoyo.

Las mejillas de Naruto estaban levemente enrojecidas pero Kawaki sabía muy bien que era. Conocía esa postura y esa sonrisa desenfadada, de quién ha bebido más de una copa de sake.

Odiaba el alcohol y pensar en el Séptimo bebiendo, casi le daba náuseas.

-¡hey Kawaki!, ¿qué haces aquí?-
-Séptimo...-
-buenas noches Séptimo-bajando la cabeza-hemos venido a descansar un poco, luego de una ardua misión-
-buenas noches Shikadai, ya veo. Que bueno que hayan decidido venir aquí entonces-
-sí, ahora con su permiso, aún debemos ducharnos-
-claro, vayan con cuidado-

Shikadai e Inojin saludaron a los adultos y tomaron sus pertenencias, para ir a las duchas.

-Kawaki, ¿no te ducharás?, es algo muy importante-
-estoy bien así...-molesto.

Ni siquiera podía mirar al Séptimo a los ojos. Pese a estar en bata y muy posiblemente desnudo debajo de ella, tocaba con total confianza al hombre que lo sostenía de la cintura. No le gustaba el alcohol, porque las personas se volvían más idiotas con él.

-Kawaki, ¿quierés qué te ayude?-
-¿eh?-
-ven, vamos... chicos, ya regresó-
-claro, aquí estaremos-acotó Sai, soltando lentamente al Séptimo.

Kawaki siguió en silencio al Hokage, que lo condujo hasta las duchas. Se toparon con Shikadai e Inojin que acababan de terminar de ducharse. En las paredes habían unas duchas portátiles y unos bancos para sentarse.

-¿y ahora?-
-bueno, primero debes colocarte la bata, luego te ayudaré con el baño-
-¿para qué quiero la bata?-
-Kawaki, mira un poco a tu alrededor-

El joven apenas miró un poco alrededor y lo comprendió. Su rostro se ruborizo levemente pero por el vapor del lugar, nadie lo noto.

-¿qué hay de ti?-
-Sai me ayudó a bañarme antes de encontrarnos-sonriente.
-claro-molesto.
-te espero aquí-

Kawaki se retiró hasta donde se encontraban los armarios. Se quitó la ropa, la guardo y se colocó una bata. Estaba molesto, aunque no comprendía el porque.

-¡aquí!-
-Séptimo...-
-ven, siéntate-

El chico tomó asiento delante del hombre que se encontraba sentado con el mango de la ducha en sus manos.

-Kawaki...-
-¿sí?-
-debes quitarte la bata-
-¿eh?, ¿po-por qué?-nervioso.
-¿cómo podrías bañarte de otro modo?-
-pero...-
-mira... la mayoría se ha ido a las aguas termales... oh, ellos eran los últimos-
-...-trago saliva.
-no te preocupes, se que es tu primera vez en un lugar así, no te esfuerces-

Kawaki intentó calmarse pero le resultaba muy difícil tranquilizarse y dejar de temblar. Sintió el peso de las manos del Hokage apoyarse en sus hombros y deslizar la bata, hasta dejarla caer.

El hombre la tomó, se puso de pie y la dejo en un canasto junto a la ducha. Kawaki lo observó apenas, pero no pudo evitar clavar su mirada en él, cuando también se quitó la bata.

Aún con ropa, era notable que el Séptimo tenía un físico privilegiado pero al verlo sin ropa pudo comprobar que era mucho más que privilegiado. Su cuerpo era delgado pero atlético, con los músculos bien marcados y definidos. Su piel lucia tersa y suave, increíblemente sin ninguna marca.

-¿Kawaki?-
-lo-lo...-
-está bien, puedes mirarme tranquilo-
-¡Séptimo!-completamente sonrojado.
-el cuerpo humano es algo natural, no deberías sentir vergüenza de tu cuerpo o de ver el de los demás-riendo.
-es fácil decirlo...-
-tranquilo-acariciando los cabellos del chico.

Naruto volvió a sentarse detrás de Kawaki que continuaba apenado con la cabeza hacía abajo. Encendió la ducha y suavemente comenzó a lavar los hombros del muchacho. Tomó un jabón y lo pasó por el pecho del chico, luego se lo dio.

-enjabonate bien, te ayudaré a quitar el jabón-
-sí...-comenzó a pasar el jabón por su cuerpo.

El Séptimo continuó lavando la espalda y pecho del joven, que no se atrevía a mirarlo. Quizás fuera por el vapor, pero su cuerpo estaba un poco más caliente. Sentía mucho calor y el roce de las manos del Hokage, lo hacían temblar involuntariamente.

Naruto atribuyó esas actitudes al vapor caliente y la falta de conocimiento de Kawaki sobre las aguas termales, por lo que procuró ser lo más amable posible. Tomó un cepillo y comenzó a tallar la espalda del chico.

Kawaki volvió a tragar saliva y morder sus labios. El calor que sentía en su rostro comenzó a extenderse por todo su cuerpo. Podía sentir como las manos del Séptimo rozaban su espalda y como cada centímetro de piel que tocaba, empezaba a arder.

Naruto tomó la ducha y comenzó a lavar el cabello del chico.

-me gusta tu cabello-
-...-
-es bastante original y también es muy suave-en tono alegre.
-gra-gracias...-
-¿cómo te sientes?-
-bien...-pausado.
-muy bien, ya casi terminamos-
-ah... ¿qué falta?-
-un masaje, pareces muy tenso-
-no hace falta...-
-hoy entrenamos muy duro, déjame consentirte-
-...-

El Séptimo tal y como lo dijo, comenzó a masajear la espalda del chico. Llevo sus nudillos al cuello y luego bajo por la espalda con sus palmas, apretando suavemente y luego con fuerza.

El cuerpo de Kawaki comenzó a tensionarse más y más. Su cabeza daba vueltas y el vapor lo estaba quemando. A medida que las manos del Séptimo más lo tocaban, su cuerpo se calentaba más.

Cerró y abrió los ojos violentamente. El calor era tal, que su cuerpo comenzaba a endurecerse. No quería que el Séptimo lo notará. Intentó juntar sus piernas pero no podía hacerlo, aquella parte de su cuerpo no sólo se estaba endureciendo, sino que empezaba a alzarse.

Se inclinó aún más, tratando de cubrirse con su vientre pero le era difícil, dado que su cuerpo había crecido mucho durante el último año y ocultar "aquello", le resultaba imposible. El Hokage lo miró extrañado pero no notó lo que estaba ocurriendo, se encontraba demasiado concentrado en proporcionarle un masaje relajante al chico.

-muy bien, hemos terminado-
-¿ya?-
-sí, ¿quierés qué te masajee un poco más?-
-no, así está bien-apenado.
-bien, entonces ¿podrías hacerme un favor?-
-claro...-
-¿podrías lavar mi cabello?-
-sí...-trago saliva.
-deberías levantarte-sonriendo.
-claro...-

Eso era imposible, sí se levantaba el Séptimo lo vería y ¿qué pensaría de él?. No quería que el Hokage lo viera así.

-espera ya vengo...-levantándose.
-¿qué...?-
-Boruto está cerca de aquí, puedo sentirlo..., ¿no estaba con ustedes?-
-entró con las chicas y lo echaron-
-ya veo, iré a buscarlo entonces. No sería justo que no esté aquí-con una gran sonrisa.
-claro...-

En ese momento, Kawaki agradeció enormemente que el vapor cubriera todo el lugar, porque gracias a ello, el Séptimo no fue capaz de verlo.

La Distancia Entre NosotrosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant