❝Jungwon conoció a un chico lindo en una tienda de ropa y llega un nuevo estudiante a la escuela en la que asiste. "Esa cara se me hace familiar.."❞
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× Mención de otros ships
× Wonki ship principal
× Lenguaje Inapropiado
× Jergas mexic...
— ¿Min ki? — preguntó no muy seguro de su nombre, la chica le resto importancia y trato de pararse, pero como cayó de nalgas, le dolía un poco el coxis y no pudo levantarse correctamente, a lo que una mano le fue extendida.
— Lo siento mucho de verdad, iba apurado y no te ví.. — se disculpó de verdad avergonzado, pues la bebida se notaba que era nueva.
— No te preocupes, sólo era mi único desayuno y ahora voy a tener todo el uniforme pegostioso — dijo con sarcasmo notablemente molesta.
— Lo siento de verdad.. ¡Ya sé! — exclamó de repente sobresaltando a las dos personas atentas a sus acciones, sí, dos.
— ¿Qué? — dijo ella pero que sin previo aviso, el contrario tomo la muñeca de la chica y la jalo hacia un lugar — ¡Oye! ¿¡qué crees que haces?! — exclamó la chica que no le dolían los jalones ni el agarre del chico, sólo la tomo por sorpresa.
— Sé donde hay uniformes de respuesto, además puedo ayudarte a limpiar tu uniforme, si es que quieres claro.. — dijo el pelinegro con un poco de vergüenza, pues se sentía muy apenado por está situación.
— Uh?- — apenas alcanzo a decir ella ya que habían parado de repente — Está puerta tiene seguro desde adentro — dijo ella confundida, hasta que el contrario saco una llave.
— Y yo le puedo quitar el seguro — dijo divertido, se supone que no debería de hacer eso ya que no sólo habían uniformes de respuesto, sino cosas que le confiaron al pelinegro.
— ¿Y por qué tienes la llave tú? — preguntó con el ceño fruncido.
— Secretitos — dijo y abrió la puerta — ¿Qué talla eres? — pregunto ahora soltando la muñeca de la chica y adentrándose con ella hacia aquel salón.
“Me estoy enojando, Jungwon” pensó un tercero.
— Gracias, Jungwon-Oppa — dijo ella con una sonrisa en su cara, el contrario abrió los ojos sorprendido por el de repente respeto.
— Uh, no hay de que, me tengo que ir — dijo este con una sonrisa un tanto incómoda y pequeña.
— Ah sí, perdón por quitarte tu tiempo —.
— Nonon, esto fue mi culpa, solo me hice responsable — ambos rieron y sin decir más, separaron sus caminos, uno un tanto confundido y otra con una sonrisa y pómulos un tanto carmín.
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