Capítulo 9

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— Aww, me encanta la pareja que hacen! — chilló Wheein, sus ojos brillando con emoción mientras observaba a Jimin y Hoseok. El ambiente estaba lleno del dulce aroma de los helados y el alegre sonido de las risas.

El peliazul sonrió tiernamente, ocultando sus ojitos tras unas finas líneas de alegría. Sus mejillas, ligeramente sonrojadas, completaban la imagen de adorable inocencia.

— Lo sé, yo le doy el toque, ¡soy muy lindo, Nonna!, — sonrió Jimin, su sonrisa radiante como el sol de verano. Un pequeño hoyuelo se marcaba en su mejilla izquierda, añadiendo un toque de picardía a su expresión.

— ¡Lo eres, claro que sí!, — asintió Wheein, enternecida por la ternura del momento. Su mirada se suavizó, reflejando la calidez que sentía por la pareja.

— Hey, ¿qué sabores quieren?, — preguntó Hoseok, su voz llena de energía y alegría. Ambos se pusieron de pie, sus movimientos llenos de una naturalidad que demostraba la cercanía de su amistad. 

Jungkook, sin embargo, seguía observando el color azul intenso en la cabellera de Jimin, un azul vibrante que contrastaba con su piel pálida. Una mezcla de curiosidad e intriga se reflejaba en sus ojos oscuros.

— Estaba seguro que era rubio hace dos días... — murmuró Jungkook, su voz apenas un susurro. Se sentía un poco fuera de lugar, como si hubiera perdido un detalle importante.

— Lo cambia seguido. Agradece que son colores fantasía que no dañan su cabello — habló Eunwoo, con un tono suave pero firme. Su mirada era comprensiva, como si entendiera la confusión de Jungkook.

— ¿Por qué lo hace? — preguntó Jungkook, intrigado. Su curiosidad era evidente, una pregunta que reflejaba su deseo de comprender mejor a sus nuevos amigos.

— Dímelo tú, ¿no eres su novio? — le sonrió Eunwoo, con una pizca de picardía en su voz. Sus ojos brillaban con una mezcla de diversión y comprensión.

— Aún no llegamos a ese punto de confianza... — se excusó Jungkook, un ligero rubor coloreando sus mejillas. Se sentía un poco inseguro, consciente de su falta de conocimiento sobre la situación.

— Ya veo... — asintió Eunwoo, su expresión comprensiva. — Ama los colores, le gusta hacerlo, lo hace sin avisar... un día en el parque de diversiones estuvimos por casi una hora buscando una cabellera naranja... y lo tenía de violeta. Además, ama ver sonreír a Hobi Hyung.

— ¿Eh? — frunció el ceño Jungkook, confundido. La explicación de Eunwoo le parecía un poco extraña, como si hubiera piezas faltantes en el rompecabezas.

— Hoseok tiene cáncer..., — confesó Eunwoo, su voz baja y seria. La atmósfera cambió repentinamente, la alegría anterior se disipó, dejando un silencio pesado en el aire.

— ¿Qué? — Jungkook lo observó sorprendido, sus ojos llenos de incredulidad. La noticia lo había golpeado con fuerza, dejando a su mente en blanco.

— Él usa pelucas, Jeon. Se siente inseguro con ello, a veces solo usa su gorro — Eunwoo señaló al mayor, quien elegía helados junto a Jimin y Wheein. Su sonrisa era radiante, una máscara que ocultaba la batalla que libraba internamente — Jimin comenzó a hacer eso desde hace unos meses, cuando Hobi perdió su cabello.

— Él...— susurró cuidadosamente Jungkook, conmovido por la revelación. Comprendía ahora el significado de los cambios de color de cabello de Jimin, un acto de amor y apoyo hacia su amigo.

— Tendrá una cirugía dentro de poco, está bien, no te preocupes — sonrió Eunwoo, su sonrisa tranquilizadora. — Entiendo que al ser nuevo en el grupo no te hayas dado cuenta y ellos no te lo dijeran aún.

Ante sus palabras, Jungkook se quedó pensativo. Observó a Hoseok, quien sonreía a todos tiernamente y cada tanto abrazaba a Jimin. También fue consciente de cómo Jimin sonreía cuando Hoseok le decía que su cabello se veía bien. Iba a mencionar ese hecho cuando lo vio de rubio, pero luego no le dio tanta importancia. Fue allí, mientras observaba a esos amigos reír, que algo en él quiso conocerlos más, profundizar en su amistad y apoyarlos en este difícil momento.

— No me gusta — negó Jimin, haciendo un pequeño puchero que lo hacía ver aún más adorable.  Sus ojos, grandes y brillantes, reflejaban una leve decepción.

— ¿Por qué pediste de menta entonces? — se burló Wheein, divertida por la reacción de Jimin. 

— Creí que sería rico — hizo un puchero aún más pronunciado, sus mejillas sonrojándose ligeramente.  La inocencia en su expresión era innegable.

Jungkook sonrió al ver la reacción de Jimin, su corazón latiendo un poco más rápido. Estaba dispuesto a darle su helado, un gesto simple que demostraba su afecto, pero alguien se le adelantó.

— Toma el mío — habló Eunwoo de inmediato, con una sonrisa amable y generosa. 

— Gracias — sonrió Jimin, tomando el helado — Oye, pediste mis sabores favoritos… ¡Qué coincidencia!

— Sí, qué coincidencia — murmuró Jungkook con una pequeña mueca de celos, su expresión ligeramente sombría. La sonrisa se desvaneció de sus labios, reemplazada por un gesto de incomodidad.

— ¿Dónde está Yoongi? — susurró Hoseok, su voz cargada de una ligera preocupación. Su mirada se oscureció, reflejando su ansiedad.

— Ya vendrá, no te estreses, recuerda que está algo ocupado con su trabajo, — sonrió Wheein, tratando de tranquilizar a Hoseok. Su tono era suave y reconfortante.

— Mmm… — asintió Hoseok, algo desanimado.  Su sonrisa se desvaneció, dejando una expresión de tristeza en su rostro.

— ¡Hyung! Yibo Hyung dijo que mañana pasará por ti — anunció Jimin, su voz llena de alegría — Ya habló con tu hermano y dijo que estaba bien.

— ¡¿Lo dices en verdad?! — sonrió Hoseok, sus ojos brillando con esperanza.  Su rostro se iluminó, la tristeza desapareciendo al instante.

— Tengo celos, ¿por qué Yibo Oppa siempre consiente a Hoseok? — hizo un pequeño puchero Wheein, con un toque de humor en su voz — ¡Yo también quiero ir a China!

Ambos comenzaron a discutir entre sí, sus voces mezcladas en una animada conversación. A decir verdad, Yibo le tenía un gran aprecio a Hoseok, aunque no lo demostrara abiertamente. Siempre preguntaba por él e incluso ayudó a su familia cuando más lo necesitó, un gesto de generosidad que hablaba de su verdadero carácter.

— Jimin — llamó Eunwoo, ignorando la animada discusión de Wheein y Hoseok — Irás a casa mañana, ¿verdad?

— Claro— asintió Jimin, su mirada fija en Eunwoo.

— ¿A dónde? — lo miró Jungkook, sus ojos oscuros y penetrantes fijos en Jimin. El peliazul lo observó, un poco sorprendido por la intensidad de la mirada.

— Le doy clases a su hermano pequeño — explicó Jimin, su voz suave y tranquila — Aunque no sé por qué razón, él parece ser muy inteligente… creo que sigue mi ejemplo — sonrió, un poco orgulloso.

— Sí… él aprende rápido — sonrió Eunwoo, algo incómodo por la intensa mirada de Jungkook. Su sonrisa era forzada, un intento de disimular su nerviosismo.

El pelinegro solo miró a su "novio", preguntándose si alardear de su inteligencia era correcto.
Pese a que Jimin siempre le decía que era alguien SUPERIOR, parecía ser muy lento, demasiado lento.
Todo allí era tan obvio a sus grises ojos  que se preguntaba qué tan despistado podría llegar a ser Park Jimin para no darse cuenta de que ese chico moría por él.

SOY TU CITA|• KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora