- ¿Xam eres tú? ¡No lo puedo creer, estás vivo! Pero…. Te quedaste, no lograste escapar o ser abducido como los demás, aún no lo entiendo muy bien cómo va todo esto, me duele mucho la cabeza – dijo mientras pasaba su mirada por toda la sala en donde estaba tumbado sobre una colchoneta asi como las paredes agrietadas del imponente edificio tecnológico y se tocaba atrás de su cabeza, donde aún le palpitaba con profundo dolor.
- Te pido disculpas, fui yo quien te golpeó la cabeza – soltó esa risa inconfundible – y sí, me quedé, pero fue con un fin, debía quedarme a ayudar al Elegido. Yo estuve esperando tu llegada.
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El tiempo pasó demasiado rápido para el chico que Crotua había rescatado, éste le explicó que todo lo que le sucedió así debía ser para evitar estar en la mira de unos enemigos de la humanidad que, al descubrir el plan de salvación, irían en busca de él y los demás que conformar el equipo.
- Crotua, quisiera saber de mis compañeros de escuela y qué habrá sido de mi abuela.
- Comprendo tu necesidad y deseo de volver a verlos pero te aconsejo que no lo hagas, aún hay seres que buscan destruirte así como hay cosas que es mejor no saber para evitarnos tragos amargos y dolor.
- Me estás asustando – decía el chico que ahora ya era un adolescente, los acordes graves que alternaba con los finos en su voz lo delataba – extraño mucho a mi abuela y jugar con Xam. Te prometo que pondré de mi parte por estudiar con más entrega para estar listo a lo que venga.
- Está bien, haremos algo, iremos a verles pero evitarás tener contacto con ellos, será un premio porque no has dejado de estudiar toda la información que te he dado estos últimos años.
Diciendo eso, la nave se trasladó a la Tierra, pasando por un inmenso acantilado, lo que antes había sido un cañón. Luego, llegaron a la escuela y los dos caminaron por las calles usando un cierto disfraz de imprenta virtual en 4D para que nadie se extrañara de ver a un ser muy alto con características fuera de éste mundo, la gente aún estaban asimilando la idea que la televisión les había dado con una serie donde los humanoides comen un par de ratones como su platillo favorito.
- Ya lo sabes, aquí solo somos un par de viajeros foráneos y que no pensamos quedarnos por mucho tiempo aquí, no quiero levantar sospechas o que la gente logre descubrirte y que te recuerden o recuerden haberte identificado, eso sería nuestra ruina, ya que los invasores podrían revisar todas las mentes de éste lugar para lograr encontrar una pista que les lleve contigo.
- Por ésta calle corría a la casa de Xam con rumbo a la escuela, por cierto, estoy más que seguro que ésta es la casa de mi amigo – señaló el chico haciendo caso omiso a las advertencias del Biotérreo para que no cometieran un grave error.
- ¿A quién buscas? - preguntó una hermosa joven de veintidós años al ver con desconfianza a un chico de casi 18 años y un hombre que ronda los 40 años – es primera vez que los veo. No son de aquí ¿verdad?
- Yo… yo solo… - tartamudeando respondió el chico y luego se quedó sin palabras.
El chico la miró con total admiración y se quedó sin palabras al observar su hermosura, su terso cabello largo hasta la cintura, rubio como un trigal, piel blanca y suave como el algodón, labios vírgenes de un carmín que incitaría a un beso al notar que ellos están en un además de esperalo en el momento que más se desee.
- Disculpa – dijo Crotua al notar lo indispuesto que estaba su joven compañero del tiempo – yo soy Virgilio y él es Ulises, solo somos unos simples viajeros que nos maravilló ésta ciudad y quisimos conocerla un poco más antes de irnos.
- Ah, bueno, soy Mildred – se presentó ella con calma – les pido disculpas, desde hace siete años nuestra comunidad ha tenido ciertos sucesos fuera de lo normal y eso nos hace desconfiar de cualquier persona que no pertenezca aquí.
- ¿Siete años? ¡Wow, cuanto tiempo ha pasado! ¿Entonces hubo más sucesos a parte de lo que sucedió…? - sin completar la pregunta miró en dirección de donde él había desaparecido cuando iba detrás de Manuel y otros chicos de la escuela.
- ¿Cómo saben lo que le sucedió al Enano? - preguntó Mildred con cierta desconfianza mientras retrocedía un poco y buscaba su móvil en el bolsillo de su falda para marcar el número telefónico de la policía y denunciarlos.
- Espera, por favor – dijo el chico con cierta preocupación – no quise asustarte, solo que ése caso fue muy sonado y llegó hasta el lugar de donde venimos, jamás pensé que vendría a conocer el lugar de ese gran caso sin respuesta.
- ¿Y se puede saber de dónde vienen? - dijo ella con su móvil que ya tenía en la mano – es su última oportunidad. Aquí todo mundo sabe que fue un asesino que se llevó al pobre enano y lo descuartizó para deshacerse de él.
- Venimos de Ciudad Tortuga – respondió muy serio Crotua para inspirar confianza y un poco de respeto – y creo que es momento de que nos vayamos. Andando Ulises.
- ¡Feliz tarde, Mildred! - se despidió Ulises con una sonrisa mientras alcanzaba a Crotua - ¡Ah! Y saluda Xam de mi parte.
Esas palabras quedaron suspendidas en la mente de la chica, pero la sonrisa de Ulises le hizo sentir cierto escalofrío con algo de emoción que la hizo ruborizar.
Xam, por su parte, con su facha de rebelde sin causa presenció todo desde la ventana de su habitación y con sus pensamientos turbados por haber ingerido un par de hongos, creyó reconocer a su difunto amigo en ese tal Ulises que tan conocido le parecía, pero no recordaba de dónde lo conocía.
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- ¿Elegido? ¿Quién, yo? No, yo creo que te equivocas, no soy nada de eso, viejo loco. ¿Has vuelto a comer de esos hongos de nuevo? Y hablando de eso, tuve un sueño muy raro sobre un tipo que montaba un elefante volador….
- ¿De tres cabezas y que se convertía en una gran nube? - le dijo el viejo mientras se acomodaba en una silla frente a él.
- ¡Sí, ese mismo! ¿Entonces tú también lo has soñado o me has drogado también con esas substancias que consumes?
- ¡Déjate de tonterías, mocoso! Ése es Indra, una deidad muy antiquísima. Luego hablaremos de él, pero antes de que algo pase, dime: ¿A qué vienes muchacho? No es el mejor momento para que estés aquí.
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Maximum Poderum
Science FictionUna historia fascinante y sorprendente. Biotierra ha venido en nuestra ayuda, una invasión se avecina y un chico llamado Inot busca como evitarlo. Le apoyan un biotérreo y un par de amigos nuevos y viejos a la vez...
