Princesa de Eritma

XIX

Abrió los ojos y se sentó en la cama, encontrando su habitación en penumbras. Su madre no estaba, se había ido. Cerró los ojos por un momento, y respiró profundo un par de veces, antes de bajarse de la camilla, sintiéndose mareado.

Se tomó de una de las paredes, y con pasos lentos, algo torpes, fue hasta la puerta de la habitación, abriéndola. Gruñó bajo cuando la luz del exterior golpeó sus ojos, y los cerró sólo por un momento, antes de continuar caminando.

Quería ver a Araza, quería encontrarla, debía encontrar algún médico o enfermero que pudiera ayudarlo.

"—Noa —gimió cerrando los ojos, sintiéndolo por primera vez, escuchando él por primera vez como ella jadeaba su nombre.

Y saber que él le estaba causando eso, que él era el dueño de sus gemidos, de su placer, fue suficiente para entregarse a ese momento.

El calor era sofocante, y lo único que podía oír era la respiración pesada de ambos, sus cuerpos unidos, los gemidos de Araza, sus gruñidos, sus jadeos."

Araza, necesitaba a Araza, necesitaba verla, necesitaba su aroma.

—Ara —susurró arrastrando sus pies, tomándose de las paredes.

"—L-Lo siento, yo...

—No te preocupes —rio, besándolo—. No importa.

Sí, era la primera vez que lo hacía, no había podido controlar su eyaculación, corriéndose fuera de ella como Araza esperaba. Al contrario, lo había hecho en su interior.

—Ara.

—Ahora todos sabrán que soy tuya —le dijo entre besos, sintiendo como él la abrazaba—. Huelo a tí.

La sujetó del trasero y volvió a hundirse en ella, besándola, acariciándola. Sí, ahora era suya, pero él siempre se había sentido suyo, sin necesidad de haber estado juntos.

Tal vez ese era el modo que ella necesitaba para finalmente formar un vínculo con él."

—¿Dónde estás? —se preguntó frustrado, ya recuperando mejor sus sentidos, la motricidad.

—Noaelí ¿Qué haces fuera de tu habitación?

Se giró al escuchar que alguien lo nombraba, y se encontró con un médico.

—Yo ya me siento mejor, quiero irme.

—De acuerdo, regresemos a tu habitación.

—Sí, pero yo ahora necesito saber dónde está Araza, la chica que vino ayer —le dijo siguiéndolo—. ¿Dónde está ella?

El médico lo observó, y luego asintió con la cabeza.

—¿Qué más recuerdas?

—Mire, no sé porqué estoy aquí, sólo que estaba en mi cabaña con mi... Con Araza Kirash ¿Puede llamarla? ¿Puede decirle que venga aquí? Ella debe estar preocupada por mi, y yo necesito verla.

Llegaron hasta la habitación, y le médico le pidió que se sentara en la camilla.

—¿Me dejas examinarte?

—Claro —pronunció en un tono impaciente, dejando que el médico le obervara los ojos, le escuchara el corazón y tomara su pulso.

—¿Qué es lo último que recuerdas, Noaelí?

—Estar en mi cabaña con Araza, luego... Luego nada —pronunció cerrando los ojos, sintiendo un dolor terrible de cabeza al intentar recordar.

—Fueron a la obra.

—¿A la obra? —preguntó confundido, mirando al doctor.

—Sí, fueron ambos a la obra, ella te quiso acompañar, y... Hubo un accidente, una de las vigas se cayó sobre ustedes.

—¿Q-Qué? ¿Cómo qué...? Ay no puede ser —pronunció en un tono desesperado—. No, no puede ser ¿Dónde está Araza? ¿Dónde está ella?

—Hubieron varios heridos, no sólo ustedes dos, pero ella recibió un golpe muy fuerte.

—¿Qué quiere decir con eso? —le preguntó al momento en que sus ojos se cristalizaban—. Ella está viva ¿Verdad?

El médico lo observó, y luego asintió con la cabeza. Era increíble saber que este muchacho, era el mismo que días atrás, había sido una amenaza para más de una persona. Que había sido tan peligroso, hasta el punto de tener que sedarlo, luego de llevarlo a la clínica y que atacara a tres enfermeros.

—Sí, ella está viva, pero en un estado muy delicado de salud. Araza actualmente se encuentra en coma.

Para ocultar la verdad, y que los padres de Kirash, e influencias del mismo no recayera sobre Noaelí y Kanat'ma, habían inventado aquella versión de los hechos... Sabían que Noaelí no recordaría nada, los oficiales habían estado de acuerdo en ocultar lo que había pasado, al igual que los dos compañeros del castaño que habían estado presente en la escena.

Nadie más sabía la verdad, la versión oficial ahora era el accidente de la obra.

...