27|2|22.
Narra Martina
Mateo: Hoy juega papi, dice de la nada mientras ve su película favorita.Martina: Sí, ya sé, amor.
Mateo: Lo vamos a ir a alentar, ¿no? -Deja de ver la película y me mira a mí con esos ojitos marrones hermosos que tiene-.
Martina: Sí, mi amor, vamos a ir a alentar a papá.
Él pega un grito y empieza a saltar por toda la casa. Yo apago la película porque se puso a jugar a la pelota en el patio. Es tan bipolar que hasta parece que no es hijo mío. Recién son las 10 de la mañana, así que me hago el mate y me siento en el sillón a ver cómo juega a la pelota. Hoy va a ser un lindo día; el día está lindo. Matu feliz, Julián se fue esta mañana a entrenar y las chicas vienen a almorzar. Lo que me anda rondando por la cabeza es que Julián en junio se va a Italia, lo compró la Juventus donde juega Dybala.
Va a ser un gran drama que Matu lo vea; no sé falta un montón todavía, pero me duele como hincha de River que él se vaya. Suena el timbre y me levanto a ver quién es; abro y es Sofía con todas las chicas detrás.
Martina: Pensé que venían más tarde.
Tefi: Te extrañamos. -Las chicas asienten y vamos todas al patio-.
Mateo: ¡Tías! -Corre a abrazar a todas y Sofía se hace la ofendida porque es la madrina-.
Narra Lara
Lara: Hoy es el partido de Julián en el Monumental. Hoy es el día perfecto para secuestrar a Mateo.
Benjamín: ¿No te estás apurando mucho?
Lara: ¡No! ¿Por qué? Necesito verlos sufrir.
Benjamín: Yo creo que tendrías que atacar después. Acuérdate de que en junio Julián se va a Italia; lo compraron.
Lara: No sabía que lo habían comprado. Frunzo el ceño, entonces pensaré en otra cosa. No puedo dejar todo así como así. Puedo atentar contra la vida de Sofía -sonrío macabramente.-
Benjamín: No vayas a querer meterte con la mujer de mi jefe, porque si después se entera de que tengo algo que ver, me corta en pedacitos.
Lara: No me importa, yo quiero terminar con Martina Paredes. Ella no se puede quedar con Julián; no puede ser feliz. -Golpeo la mesa-
Benjamín: Tranquilízate, loquita. Tendrás que pensar en otra cosa.
Revoloteo los ojos y me siento a pensar qué hacer.
Narra Martina.
D
espués de almorzar, nos sentamos a charlar de la vida, y de un momento a otro me dio ganas de estar con Julián. Miro la hora y en media hora sale un ratito. Subo arriba a acostar a Mateo porque va a dormir su siesta, y las chicas se van porque sus novios salen ahora. Me quedo sentada afuera y, de la nada, siento que me tocan el hombro. Me doy vuelta histérica y termino cayéndome.
Julián: Qué boluda. -Lo miro mal y agarra mi cintura con un brazo y me pega a él.-
Martina: No me digas así. -Hago puchero.-
Julián: Y vos no me hagas así que me dan ganas de comerte la boca.
Martina: ¿Quién te lo impide? -Pongo mis brazos en su cuello.-
Julián: ¿No querés que volvamos? -acaricia mi cintura y me da un escalofrío.-
Martina: Sí. -Me mira sorprendido.-
