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Dos semanas después.

Martina: ¿Cómo te fue en el partido de ayer? -Me siento en el sillón y suspiro, por fin en casa.

Julián: Bien, amor, estoy destruido. -Tira la cabeza para atrás y ve la cara de Mateo y se asusta.- ¡La concha de la Lora! -Pega un grito.-

Yo me empiezo a reír tanto que Mateo se tienta conmigo, y se sube a mi regazo. Julián nos mira mal a los dos y nosotros nos quedamos callados pero con sonrisitas inocentes.

Julián: Dejen de reírse.

Martina: No seas tan amargado, tenés 22 años, no 42. -Me río.-

Nos mira mal y se levanta para ir a la cocina. Mateo lo sigue, yo me quedo sentada en el sillón. Como tengo una remera con un poco de escote, se ve en el espejo la marca que me va a quedar de por vida. Trago saliva y suspiro; me levanto y les voy a contar qué pasó estas dos últimas semanas.

Bueno, la primera semana fueron análisis, estudios de todo un poco, así que no me dejaban ver a nadie. La segunda semana fue de visitas; me enteré de que Sofía estaba embarazada y Tomás metido en una mafia; más bien es el jefe de esa mafia. Julián se encargaba de cuidarme y regalarme flores, y ayer ya me dieron el alta, así que no pude ver el partido de Julián. Este nene se instaló en mi casa desde ayer; cuando me dieron el alta me dijeron que me cuidara mucho porque tengo algunos puntos. Es más, duele un poco, pero me curo dos veces al día; todo bien.

Me levanto para irme a cambiar ya que estoy en pijama desde ayer. La verdad no sé si estaré loca o algo, pero empecé a sentir ruidos anoche y ahí nomás hablé con Tomás que me mandó una patrulla. Igualmente, los ruidos se escuchan como si fueran acá adentro. Miro por la ventana una última vez y subo a cambiarme.

Siento que me agarran de atrás, me doy vuelta rápido y termino pegándole a Julián en la nariz

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Siento que me agarran de atrás, me doy vuelta rápido y termino pegándole a Julián en la nariz. Me tapo la boca y ahí nomás lo abrazo.

Martina: Perdóname, fue sin querer.

Julián: Bueno, creo que no te tendría que agarrar más así. -Se ríe y se toca la nariz.-

Martina: Y yo creo que sí, no me agarres más así porque estoy paranoica.

Mateo: ¡MAMÁ!!!!!

Bajo corriendo ya que el grito de Mateo me alarma y lo vemos tirado en el pasto y a un tipo trepando la pared. Yo corto hasta Mateo y Julián va hacia el tipo.

Martina: ¿Estás bien? -Pegó su cuerpo al mío, que tiembla como la puta madre.-

Julián se acerca a nosotros, nos ayuda a levantarnos, vamos al sillón y Juli llama a Tomás, que en cinco minutos ya estaba en casa. Sofía entra rápido y nos abraza.

Devuelta juntósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora