12. Cuanto antes.

2.4K 285 225
                                    

Tal como habían acordado con anterioridad, Lena había quedado de verse el sábado con Sam. La chica Luthor esperaba en una banca dentro de un centro comercial.

Estaba feliz por la noche tan increíble y maravillosa que había compartido con Kara y se moría de ganas por contarle a su mejor amiga.

Sam llegó corriendo como siempre, no era una persona puntual, pero al menos se esmeraba en intentarlo cada día. Lena le hizo una señal para que la viera.

—Lamento el retraso, había un poco de tráfico.

—Descuida, Sam. Para ser tú, hasta diría que llegaste temprano.

—No sé si tu comentario me hace sentir mejor o peor.

—No soy buena dando ánimos, pero la intención era hacerte sentir mejor.

—Se agradece la intención. Lena, no pondría mis manos al fuego en esto, pero tú te ves diferente.

—Me siento muy bien, Sam, ayer fue un día para recordar.

—Esto me huele a chisme y eso me pone feliz. ¿Qué pasó ayer para que todo sean tan memorable?

—Por increíble que suene, anoche bailé con Kara.

—Menos mal estoy sentada o me hubiera caído de la impresión. No sé qué me sorprende más, si tú bailando o estando con Kara... Definitivamente me inclino por el baile, lo siento.

—Concéntrate en lo importante, Sam. Kara lo es.

—Es verdad, ya me enfoco. ¿Ya sabe lo que sientes por ella?

—Todavía no...

—¿Cómo qué no? ¡Hasta bailaste con ella!... No creo que haya una forma más grande de demostrarle que le quieres que esta.

—Ella no me conoce tan bien como tú, no sabe que detesto bailar y que solo lo hice porque quería estar cerca de ella...

—Pues eso sí. A ver, necesito detalles.

—Ay Sam. ¿Recuerdas que te dije que tenía una cena anoche?

—Sí, con tu amigo del trabajo y su novia.

—Resulta que Kara es amiga de ellos y también estaba invitada a la cena, solo éramos los cuatro. La pareja enamorada y nosotras.

—Dos parejas enamoradas querrás decir.

—Me encantaría poder decir eso...

—Mejor sigue contando.

—Sam, ella se veía espectacular anoche... Me resultaba difícil no quitarle la mirada de encima.

—¿Y ella qué hacía?

—No dejaba de observarme también, no sé si porque yo lo hacía o si era por otra razón, pero en ese momento no me importaba. Nuestros amigos empezaron a bailar y ella me invitó a que hiciéramos lo mismo.

—¿Cómo te convenció? Porque conociéndote seguro no aceptaste inmediatamente.

—Me conoces, amiga. Primero les dije a todos que yo no bailo, pero ella decidió invitarme de todas formas y me ofreció su mano... No pude resistirme. Confieso que no sabía hacia donde moverme o qué hacer, más que estar cerca de ella.

—¿Y qué más?

—Pues silo hicimos eso... Cuando regresamos al edificio, volvimos a bailar mientras ella me cantaba al oído...

—Esto es demasiado lindo y romántico, casi pude imaginármelo. ¿Me puedes explicar cómo es que todavía no se han confesado sus sentimientos?

—Y eso que no te he contado la forma en cómo nos despedimos.

La chica del apartamento 512 (Supercorp).Where stories live. Discover now