-Tengo muchísimo miedo mi amor.-dice rompiendo en llanto otra vez.

-¿Miedo a que amor?...No entiendo.-digo acercandola a mis brazos.

-A toda esta situación que va a cambiar tan rápido para nosotros.-dice llorando de manera desesperada.

-Primero respira pausadamente así puedo escucharte bien porque no entiendo lo que queres decirme.
Segundo sea lo que sea lo vamos a poder lograr mi amor.-digo besando su frente.

-Tengo un atraso mi amor.-dice susurrando en voz baja mirándome a los ojos mientras una lágrima cae por su mejilla.

Miedo.

Sorpresa.

Y obviamente una felicidad absoluta.

"Tengo un atraso" esas palabras habían salido casi en un susurro y me fue inevitable no emocionarme.
Siempre soñé con este momento,ahora entendía perfectamente porque los sollozos que escuchaba del otro lado de la puerta del baño.

Esa frase fue la que realmente hizo darme cuenta que ese pequeño atraso que tenia era la esperanza que nos daba en que íbamos a tener un hijo o hija como siempre imaginamos en este último tiempo.

Ahora comprendía porque su llanto,porque las nausas y las quejas por los horribles olores que ella sentía cuando solamente era el mismo perfume de siempre.

-Juli...deci algo por favor,tengo muchísimo miedo mi amor.-dice mi novia limpiando mis lágrimas debido a la felicidad que siento en este momento.

-¿Es verdad mi amor?.-pregunto rompiendo este silencio en donde se escuchan solamente sollozos.

-Si mi amor...tengo un atraso de casi tres semanas.-dice limpiando la última lágrima que cayó por su mejilla.

-¿Te hiciste un test o algún análisis?.-pregunto con miedo a su reacción.

-No mi amor,te estaba esperando para contarte...solo tengo dos evatest que compre hoy en la farmacia cuando recordé que no me había venido.-dice sentándose en el living mientras buscaba la bolsita de la farmacia.

-Leamos las instrucciones y veamos como se hace,así nos quedamos tranquilos.-digo agarrando una de las cajas para empezar a leer.

Según lo que explicaba el prospecto del evatest Julieta tenia que haber retenido orina por casi tres horas para luego hacer pis y poner el famoso test en donde nos indicaría que una rayita es negativo y que dos es positivo.

El tiempo era casi de manera lenta y pausado,después que terminamos de leer todo detenidamente para cumplir tal cual lo que decía el papel;mi novia entró al baño demasiado nerviosa.

Uno.

Dos.

Tres.

Y así pasaron los minutos,los tan ansiados minutos pasaban de manera lenta y mi desesperación por saber que marcaba ese famoso palito me estaba desesperando.
Es en este momento cuando a mi mente de vienen millones de escenas posibles viendo como mi hijo o hija va a la cancha a alentarme como también lo haría con su mamá cuando juegue al hockey.

¿Amigos? | Julián AlvarezWhere stories live. Discover now