—¿Seré yo? Nah, imposible.

—Ajá, ahora se te olvidó, que conveniente.

—¿Qué te puedo decir, víbora? Mi mente es de otro mundo.

Volvió a besarla Y Marie le acarició la nuca y sonrió al sentir su lengua acariciándole los labios.

—Debes dejar las cosas claras con mi hermana ¿sí? —. Asintió y mordió su mentón—. Iré a verte esta noche.

—Pondré velas y rosas.

—¿Tan romántico?

—No, solo quiero que mi pene este cómodo mientras te lo meto —. Marie lo apartó, bufando exasperada y él empezó a reírse—. Te veo esta noche, rubia.

—Sí, sí, ya veremos.

Ansiaba demasiado que llegara esa noche y llevaba ansiándolo toda la semana. Él la tocaba y le hacía ver estrellas, la idea de que se adentrara en ella, finalmente descubrir como se sentiría, era algo que le emocionaba.

Regresó a su casa para descansar el resto de la tarde y participó en la cena familiar con la esperanza de que su padre dejara de sospechar. Tendría que esperar hasta que se durmieran para marcharse, pero la cena se extendió por más tiempo del necesario, pues sus hermanas había decido hacer un juego de mesa entre todos y su padre estaba emocionado con la idea.

Cuando se fueron a dormir ya eran pasadas las doce de la noche y no sabía cuanto tiempo esperar hasta que sus padres se hubieran dormido y no la escucharan dejar la casa. Entró en su dormitorio, cerrando la puerta a sus espaldas y cuando encendió la luz ni siquiera se sorprendió de ver a Rylan sentado en su sofá.

—En mi defensa, es tarde para que andes de noche y por eso pensé en venir yo.

—¿Estás demente? Mi padre puede venir en cualquier minuto.

—Invocaré mis poderes de invisibilidad y listo —dijo encogiéndose de hombros—. O...Mejor aún... ¿Y si trancas la puerta?

Quiso golpearse mentalmente por no haber pensado en eso y fue a trancar la puerta para que su padre no pudiera entrar sin llamar. Rylan la miró desde el sofá y le sonrió. Realmente había esperado que pudieran pasar la noche en su casa, donde podía poner unas velas, algunos pétalos de rosas y hacer el ambiente más romántico, pues, aunque no la amara, era la primera vez de Marie y quería que fuera bien.

—¿No me darás un beso? Siempre debo ser yo quien te los de, eso me parece muy injusto.

Marie sonrió y los nervios formaron un nudo en su vientre cuando se acercó a Rylan para sentarse sobre sus piernas. Él cerró las manos en su cintura y esperó hasta que ella se inclinó para besarlo.

—Te haré el amor esta noche, nena y la próxima vez que te vea te follare como a una puta ¿qué dices?

Asintió contra su boca y las manos de Rylan empezaron a quitarle el vestido para llevarla a la cama. Sentía que gritaría de la emoción y los nervios, el sentimiento de que harían algo prohibido latía con fuerza en su pecho y tenía muchas ganas de correr y contárselo a sus hermanas.

Esa noche se volvería una mujer, oficialmente y ansiaba descubrir que tantas cosas cambiarían.

La última prenda que Rylan le quitó fue la camisola, justo frente a la cama y antes de empujarla sobre esta para que cayera acostada. Se acomodó hacia el centro del colchón y lo observó atenta cuando él se quitó la chaqueta y su camisa. Hasta el momento no lo había visto completamente desnudo y solo podía imaginar cómo sería con base en lo que había tocado y había tocado demasiado.

Vidas cruzadas: El ciclo. #3 COMPLETA. +18. BORRADORWhere stories live. Discover now