~• Happiness •~

3.

Liam Jones

—Me llamo Liam, tengo diecisiete años. Vivía en Canadá pero me mudé a Carolina del Norte hace poco. - le sonreí a todos mis compañeros de clase - espero llevarme bien con todos. - mi vista se fijó en una chica en específico, ella estaba distraída viendo por la ventana -

¿Que le pasará?

¿Porque te importa? Dijo mi conciencia. 

—¿Alguna pregunta que quieran hacerle al joven Jones? Él viene de una universidad muy prestigiosa. Es muy inteligente, así que no creo que le moleste que le hagan unas preguntas. - el maestro me ve a lo que yo le sonreí leve volviendo mi vista a la chica -

—¡Oye guapo! ¿Tienes novia? - Todos se rieron.Mire a la chica que hablo y le respondí: -

—No. Y no me interesa tener una relación en este momento. - le dije amable. Ella pareció entender la indirecta.-

—Tal vez cambies de opinión- la veo sonreír de forma traviesa -

—¿Alguna otra pregunta ? - la ignore -

Mi vista se fue a la chica de antes. Me estaba viendo.

Ninguno de los dos quería apartar la mirada. Era como si en ese momento existiéramos solo nosotros dos.

Hmm, interesante.

—¿No hay más preguntas? - aparte mi mirada de ella-

Todos se quedaron callados, miré al profesor.

—Gracias por su tiempo, puede tomar asiento - me dijo a lo que yo asentí y busqué un lugar donde sentarme -

—¡Siéntate conmigo, si quieres !- gritó alguien -

—Tal vez a la próxima. - le conteste -

Mi vista se pasó por todo el salón, hasta ver uno de los lugares vacíos, hmm,un lugar perfecto para observar.

Atrás.

Camine hacia mi lugar y estaba a tres lugares de la chica.

El puesto me daba una vista muy clara a toda la clase, donde me tome el tiempo para observar a cada uno sin disimulo.

La ventaja de estar  atrás es que nadie te ve.

Atletas.

Operadas.

Calladas.

Chicos queriendo ser "rudos".

Depresivos.

Drogadictos.

Vaya...hay mucha variedad aquí.

Mi vista se posó en la chica de antes. Ella seguía viendo por la ventana. ¿Que tanto pensará?

A pesar de lo observador que soy, no puedo descifrarla.

Interesante.

—Bien,en la clase de hoy seguiremos en la página veinte del libro de anatomía.

El maestro comenzó la clase pero yo seguía viendo a aquella chica castaña, que me llamó la atención.

[...]

Al terminar la clase, el profesor me dijo que hablara con alguien para ponerme al día con los temas anteriores.

—La joven Anderson es la que te recomendaría, es muy buena en esta clase. - Comentó hace unos minutos.