『Pedidos CERRADOS』
En todas las historias debe haber un poco de drama para que al final seas recompensada en los brazos de tus chicos favoritos.
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C...
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Tqm 💜 adoro tus pedidos 💕
Situación.-
Desde que eras pequeña se te habían contado diversas historias de monstruos bajo la cama, escondidos en el armario, en el baño, o simplemente en la oscuridad. De niña te daba miedo, incluso habías pasado noches en las que te costaba dormir; pero con el paso del tiempo dejaste de creer en eso, mucho más cuando te volviste una adulta y rentaste un departamento que parecía no ser muy querido -en realidad era temido- por la comunidad de tu edificio.
Habías escuchado algunas historias de situaciones terroríficas que habían pasado allí, pero ya llevabas tres meses y simplemente nunca habías presenciado nada de eso. Seguro que todo eran mentiras, como las historias que te contaban de pequeña.
Sí, puras y banales mentiras. ¿Verdad?
SeokJin.-
No recordaba hace cuanto había probado comida humana. Probablemente hace años, cuando todavía tenía las ganas de salir de debajo de la cama y caminar a hurtadillas hasta el lugar llamado "cocina". No lo hacía desde la tercera y última vez que lo descubrieron, las personas solían gritar despavoridas, como si hubieran visto un fantasma, pero él no era un fantasma, así que no sabía por qué gritaban.
Como monstruo, podía vivir felizmente sin comer, pero la comida humana era deliciosa, era muy difícil que se resistiera a ella. Tampoco entendía por qué las personas parecían sorprendidas de verlo, es decir, él llego desde que tenía quince años, sus padres le consiguieron ese departamento indicándole que debía vivir como siempre lo habían hecho, debajo de la cama. Sin embargo, después de que las personas lo veían no se quedaban mucho tiempo, así que tuvo que aprender a nunca salir de debajo de la cama.
Pasó mucho tiempo antes de que el departamento volviera a ser habitado por ti, parecías ser tranquila, a veces se aburría de solo verte sentada frente a tu escritorio, escuchar tu respiración al dormir, o la manera en que estudiabas o leías durante horas. Sus pocos espacios interesantes eran cuando ponías película, o esa seria que veías todas las noches antes de dormir. A pesar de todo, eras su favorita, porque siempre dejabas caer algunos dulces pequeños de tu cama, y SeokJin los disfrutaba en grande.
Ese día había sido malo, lo supuso cuando regresaste y el cielo ya estaba oscuro; estabas empapada, lo atribuyó a la fuerte lluvia que caía; maldecías entre susurros mientras tomabas tu ropa y te encerrabas en el baño para tomar una ducha. Lo que le hizo caer, fue cuando te acomodaste en tu escritorio, con un plato de fideos al lado.
Su boca se humedeció, sabía que el exceso de saliva era porque soñaba en probar esos fideos, el simple olor lo había cegado por completo. Su estómago rugió. Enderezaste la cabeza, mirando a todos lados.
—Mierda, me estoy volviendo loca —susurraste. Pero el sonido se repitió.
Miraste hacia la cama, ¿acaso alguno de tus peluches era interactivo y tenía sonido? Temblaste cuando notaste que el sonido venía de debajo de la cama. ¿Era alguna mala broma de tus amigos? No lo sabías, te limitaste a hincarte frente a la cama y asomar tu cabeza debajo de ella.
