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。° Victoria 𖤓

—Voy a vomitar —ambos se voltearon de golpe con los ojos bien abiertos.

—Sobre el copete no, wachita. Sobre el copete no. —el Alex extendió los brazos y me quitó la caja con las botellas de mis brazos.

La Sofi alejó su rostro del teléfono que esperaba respuesta. Extendió su mano tintineante por los brazaletes de oro y me sujetó el hombro. —¿Te sientes muy mal? ¿Hice tan cruda esa carne?

—Si ese animal casi que seguía vivo po' —dijo su hermano.

—No es eso. —aunque lo que dijo Alex era verdad. —Solo estoy preocupada por mis resultados...

—Ay Victoria, pero si va a salir todo bien, no te calientes tanto la...

—Olvídate de tus notas un rato. —cortó su hermano. —Yo estudio medicina y aquí me ves, relajado. —movió la mano restándole importancia.

—Claro... —la Sofi me miró y sonrió con sus labios brillantes por el gloss. —No te preocupes, Vi, esto te va a distraer...

Una suave voz se escuchó al otro lado de la llamada y la Sofi salto de sorpresa.

—Mujer, dónde queda tu maldita casa que no abres si te estuve tocando el timbre como acosadora.

Me acerqué al Alex y tomé una botella para ayudarlo con el peso de la caja, aunque eso no era problema para él.

—No me vomites eh... —se burló.

Le di un suave codazo y sonreí.—No crees que importe si soy colada, ¿verdad? —susurré.

—Como que es algo tarde pa' preguntar. —susurró también. —Pero está bien, le valdrá callampa. No seaí perseguida. —me sonrió con complicidad y la puerta se abrió frente a nosotros.

Una chica de pelo color caramelo, ojos bien delineados y una falda blanca que hacía un conjunto con un top celeste, nos abrió la puerta. Ella saludó de beso en la mejilla a la Sofi y al Alex mientras sonreía, al verme esa expresión se tambaleó un poco, pero igualmente me beso en la mejilla.

Se me apretó un poco la guata, pero decidí ignorar el mini momento incómodo y me presenté. —Soy Victoria, perdón por llegar así de la nada.

—No te preocupi, si te invito la Sofi ni un problema, pasa nomás. —recibió la caja del Alex aunque se ofreció a llevársela. —Me llamo Anastasia.

La chica dio media vuelta y entró por la casa, de la cual la música parecía retumbar. La Sofi me tomó del brazo y caminamos juntas detrás de ella. Nos fue explicando lo esencial: Baño a la izquierda en el pasillo. En la terraza había una mesita donde estaba el copete. No se podía subir al segundo piso. Y que no manchemos el sillón con copete o comida; Luego de esa explicación desapareció tras la puerta que daba a la cocina.

Mi celular vibró dentro de mi pequeña cartera y como si un pequeño electroshock se tratara, mi cuerpo se activó y me apresure a revisar si se trataban de las últimas notas que esperaba. Una mezcla de alivio y decepción me nublaron al ver que solo se trataba de una maldita notificación de Temu.

Maldita Sofía que mandó como mil enlaces para su descuento que ni uso.

—¿Qué pasó? —la Sofi se asomó, acomodando su rizado cabello marrón oscuro.

Arrastré la aplicación al basurerito. —Nada importante.

—Entonces deja eso —bajó lentamente mi teléfono y me lo metió en la cartera. —... Y vamos a conocer a mis amigas.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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