Zenia debía renunciar a sus esperanzas de alguna vez reencontrarse con el escritor y Gwendoline sabía que no volvería a ver a su buen amigo.

También estarían dejando atrás la tumba de Marie y Darion, dos grandes decisiones que cargaban un gran peso emocional en todos.

Pero regresar a casa parecía ser la decisión correcta y Elizabeth sabía que implicaría despedirse de Ethan. Él continuaría sus vacaciones con los Jones y no volverían a verse hasta un año después, cuando los Jones volvieran a White Oak.

Jazmín abrazó a su marido desde la espalda y él sonrío al sentir como su vientre inflado se apretaba contra su espalda. Estaba de siete meses y se le notaba contra el corsé de su vestido.

Laurissa suponía que tendría un varón por la forma de su vientre y ambos habían pensado nombres, pero desde lo sucedido lamentaban que el embarazo hubiera pasado a un segundo plano.

—La encontrarán —le aseguró al oído y se recostó contra su hombro—. He estado rezando por ellos y sé que Dios me está escuchando, Adrián. Puedo sentirlo.

Sonrió y apoyó sus manos sobre las de ella que descansaban en su abdomen. Se giró para enfrentarla y sujetó su rostro para besarla suavemente. En esos momentos de angustia, Jazmín era la única que sabía cómo reconfortarlo y que veía la angustia oculta detrás de su postura tranquila. Todos los hombres mantenían la calma por sus hermanas, para poder consolarlas, pero por dentro ellos estaban igual de angustiado y no podían demostrarlo.

—Gracias —. Trazó sus mejillas con la yema de sus dedos y sonrió—. ¿Cómo está nuestro hijo?

—Inquieto como de costumbre —. Tomó su mano y la guio hacia su vientre—. Es fuerte y da buenas patadas.

Sonrió y volvió a besarla.

—Eso es bueno.

—Dile eso a mis órganos, ya me ha hecho pis como cinco veces por su culpa —. Se rieron por lo bajo y ella se cubrió el rostro, apenada—. Shh, no le digas a nadie.

—Tu secreto está a salvo conmigo, cochina.

Emma estaba embarazada al igual que Jazmín y esperaban dar a luz en el mismo mes. La experiencia de estar embarazadas al mismo tiempo las había acercado aún más como amigas y cuando Adrian estaba ocupado, era con ella con quién Jazmín pasaba las horas. No tenían mucho en común, Jazmín era simple y cómica, mientras que Emma era elegante y sofisticada, pero encontraban el equilibrio para que la amistad funcionara y sus embarazos siempre entraban en todas sus conversaciones.

Eli miró por la ventana hacia el paisaje de Francia y exhaló profundo intentando consolarse a sí mismo. La idea de perder a sus padres le aterraba y de todas las cosas que sabía tendría que enfrentar algún día esa era la única que no quería llegara. Simplemente no se sentía capaz de aprender a vivir sin ellos. Sin el consuelo de su madre y las tardes bromeando y bebiendo con su padre.

Se giró la sentir una mano en su hombro y su cuerpo se relajó al ver a Marie.

—Ellos volverán, deben volver —le garantizó—. Siempre vuelven.

Se regresó hacia ella y sostuvo su mirada.

—Razona por un segundo, Marie. Mamá estuvo en un barco con docenas de piratas ¿realmente crees que la dejaron viajar como una invitada? —. La calma de Marie desapareció—. Incluso aunque vuelvan, dudo sean los mismos y no estoy listo para ver a mamá así de rota.

Ella tampoco lo estaba y ni siquiera lo había pensado.

Cuando él se marchó, se quedó mirando hacia afuera y la idea de que lastimaran a sus padres le nubló la vista. Apretó una mano contra su pecho y se mordió el labio. ¿Y si no regresaban? Su última conversación con ellos habría sido una pelea y todo por su egoísmo, no podía soportarlo.

Vidas cruzadas: El ciclo. #2 COMPLETA. +18. BORRADORWhere stories live. Discover now