42.- Tortuga.

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#VIERNEHDEYINYEH.

-¡Ginger! -volvió a gritar mi madre.
-¿Qué? -alargué arrastrándome por el piso.
-No voy a repetir tu nombre. ¡La próxima vez subiré con un balde de agua fría!
-¡¡Ya me levanté!! -exclamé en medio del sufrimiento.

A pesar de que la primavera había empezado dos días antes, el frío seguía ahí.

Mi madre estaba más cariñosa de lo normal; a veces claro. Porque no faltaban nuestras pequeñas discusiones de la mañana en las que yo me arrastraba por el suelo y ella amenazaba con mojarme con agua helada.

Bubba pasó por mi lado y se acostó sobre mi espalda.

-¿Qué? ¡Saca! ¡Fuera, gato! -me moví un poco para que se levante.

Pero no lo hizo.
Y lo peor es que el sueño me venció y me volví a dormir en el piso.
No sé cuantos segundos pasaron, tal vez minutos. De lo único que estoy segura es que, como si fuera un reto contra la esclerosis lateral amiotrófica, fui mojada con agua fría.

-¡¡Mamá!! -recriminé levantándome mientras me sacaba el cabello del rostro, y oh... Adivinen qué. ¡Me estaba grabando!
-Te lo advertí.
-¡Pero bubba se durmió en mi espalda y no podía levantarme!

Mamá alzó una ceja y cruzó los brazos. Por supuesto, esa no era una excusa convincente.

-Cámbiate de una vez, el susodicho está esperándote abajo.
-¡Rayos, lo olvidé! -grité saliendo de mi habitación y entrando a la ducha.

En un intento de cumplir mi promesa con Bradley, quise acercarme a Kim para hablar.
Pero no fue al colegio por toda la semana y empezaba a preocuparme.

-Cariño, perdón -me abrazó mamá bastante fuerte y besó mi frente mientras yo salía del baño.
-¿Qué? ¿Qué pasó? Mamá, me estás aplastando.
-Olvidé que estabas resfriada, no debí mojarte. ¿Quieres tomar algo caliente?
-No, mamá -reí sacándome la toalla de la cabeza- estoy bien. Solo voy a cambiarme y a envolverme con toda la ropa posible. A ver si por fin Kim se digna a ir al colegio.
-Oh sí, hoy irá -sonrió y yo giré a verla confundida- verás, hablé con Claire y me contó que viajaron a ver a su abuela.
-¿Ella está bien?
-Sí, solo tenía un infección en el estomago. De todos modos ya está mejor y llegaron ayer.
-¿Y por qué no me dijiste nada?
-Lo intenté, pero dijiste que tenías que hacer un trabajo de geografía y me ignoraste.
-Oh... ¿Ibas a decirme eso?
-Niña, primero ponte ropa y luego hablamos. Le daré algo de comer a tu novio.
-No es mi novio, mamá -rodé los ojos y cerré la puerta.
-¡No por mucho! -canturreó alejándose por el pasillo.

Reí y fui a cambiarme. Mi madre y sus ocurrencias.

-Buenas tardes, Huffy -saludó en tono burlón y le pegué en el brazo para tomar la taza con chocolate caliente.
-Buenos días, Chubby.
-¿Soñaste conmigo?
-¿Por qué debería? -reí sirviéndome el cereal.
-Es obvio, soñaste conmigo y por eso no querías desp- le tapé la boca y negué con la cabeza.
-No seas ridículo.
-Yo sé que fue así -afirmó seguro mientras terminaba de comer el "lo que sea" que mi madre le había servido.
-¿Sabes? Desde que vengo a buscarte para ir al colegio, desayuno doble -sonrió tomando café.
-Tragón -negué con la cabeza riendo- no sé cómo rayos puedes comer tanto.
-Viene de familia, mi hermano es igual. De todos modos mi madre y la tuya me obligan a comer, así que no me quejo.
-Hola, sigo aquí -saludó mamá y ambos giramos a verla.
-¿Qué harás hoy?
-Trabajar, ¿qué más podría hacer un viernes laboral?
-Me refiero a después del trabajo, la -rodé los ojos y reí comiendo más cereal- estaba pensando en ir a ver a la abuela.
-Eh... Yo tengo... No puedo.
-¿Qué?
-He conseguido otro turno particular.
-Huffy, ¿recuerdas la sorpresa? -sonrió Theo tocando mi brazo.
-Oh claro, y... ¡Espera! ¡¡Hoy es viernes!!
-Sí, es viernes, ¿por qué?
-¡Es hoy! -chillé alzando los brazos y me levanté. Llevé los platos a la cocina y me despedí de mamá.
-¡Adiós Bonnie! -Theo se despidió mientras cerraba la puerta.

GingerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora