Leche Con Miel

Único

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Cuatro años desde la última vez que vio a Joonghyuk, e incluso desde la distancia, su rostro es tan hermoso como siempre.

Viste ropa más fina que cuando era un joven príncipe maltratado; la imagen misma de un rey conquistador ataviado de negro, verdes profundos y dorados deslumbrantes, con una pesada capa forrada con piel de lobo sobre sus hombros. Dokja recuerda haber reparado los agujeros en sus mangas cuando Joonghyuk se las había desgastado, o las había rasgado al meterse en peleas por robar comida de las cocinas.

Ahora, Joonghyuk se ha convertido verdaderamente en el protagonista de esta historia.

La gente vitorea su nombre como si hubieran olvidado lo sangriento que fue realmente el camino al trono, como si Joonghyuk no tuviera que convertirse en un monstruo para ser el hombre que tenían delante. A Dokja no se le permite olvidar, no cuando sus manos derramaron suficiente sangre por el bien de Joonghyuk.

Esto no le impidió correr. El día que Joonghyuk se sentó en el trono, Dokja desapareció en la noche.

Al recordar su abrupta partida, Dokja siente una intranquilidad en el estómago. Solo está en la ciudad por unos pocos suministros, y luego se dirige a una ciudad portuaria cercana para abordar un barco fletado hacia otro reino, finalmente fuera del poderoso alcance de Joonghyuk. Debería haberse ido hace años, pero Dokja estaba preocupado por las consecuencias de la sucesión de Joonghyuk.

(No es que necesitara serlo. Joonghyuk se encargó de todos los que eran una amenaza para él, tan fácilmente como respirar. Dokja no puede evitar sentirse un poco orgulloso).

A pesar de sus miedos, Dokja se obliga a sí mismo a relajarse. La gente de Joonghyuk dejó de intentar encontrarlo hace casi dos años, entonces, ¿por qué estaría buscando ahora? El cabello negro no es inusual. La capucha cubre la mayor parte de su cabeza. Hay miles de personas en esta multitud, ¿cómo podría Joonghyuk sacarlo del mar de personas?

Por un momento, Dokja cree que sus ojos se encuentran.

Dokja se olvida de respirar.

Los ojos oscuros de Joonghyuk parecen casi dorados bajo el sol brillante, anormalmente agudos, algo parpadeando en su expresión, asustado, Dokja aparta la mirada primero. Sus ojos tiemblan mientras mira al suelo, con la cabeza inclinada hacia adelante hasta que la capucha oscurece más su rostro.

No hay manera, ¿verdad? Dokja resiste la tentación de mirar hacia atrás, esperando que su acelerado corazón se calme.

Cuando finalmente lo hace, Joonghyuk ya ha continuado por el camino en su caballo, mostrándole a Dokja la línea de su ancha espalda. Fue solo por un momento, si es que lo hizo . Dokja es un tonto. ¿Es realmente tan fanático de la cara de Joonghyuk que arriesgó los últimos cuatro años de ser un fugitivo por un último vistazo? Ahora que la curiosidad de Dokja ha sido saciada ( sí , Joonghyuk está vivo, y sí , todavía es exasperantemente guapo), puede irse de esta tierra—

“Oye, ahjussi”, llama una voz detrás de él, lo que le provoca escalofríos en la columna mientras se congela en el lugar.

Mientras Dokja se prepara para correr, la luz del sol se refleja en una espada que de repente pasa silbando junto a su oído y se detiene justo antes de su hombro. Volviendo la cabeza lo suficiente para ver a su atacante, sus ojos siguen la línea de la hoja, los labios se presionan cuando finalmente mira a la mujer con armadura.

"Mi maestro quiere verte".

Oh, mierda.

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