Capítulo 1: Un paso a la vez

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Después del rompimiento con mi ex. Todo se volvió sombrío, las palabras regresaron a mí que reflejaron una verdad absoluta que decía, esto no es una telenovela mexicana. Aquellas que tienen un final apasionado, pero, nada realista. En donde pasó todo lo contrario con un tronido de dedos que cambió mi vida.

Es curioso... Mi mamá es la más afectada de todo eso, aquella señora que le había confiado su vida y que ya le llamaba Yerno... El hombre la había dejado vestida y alborotada.

Debo de admitir que he estado llorando, pero no por él ya que me enseño que él puede estar bien; sino que es por mí, ya que dejé que él pudiera entrar a mi vida. Esa que resulta ser complicada, pero no indomable.

No necesito explicarle de los motivos a NADIE sobre ese acontecimiento, pero lo único que saldrá de mi boca es que peco de mucha sabiduría como para terminar siendo una sumisa.

Para algunos, eso significa que tengo mente retorcida. Pero al leer lo anterior no puedo evitar reír y de acordarme en el Sombrerero Loco de la novela: Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas por el autor Lewis Carroll, debido a que dijo lo siguiente: "Si la locura es felicidad, ¡me declaro loco!".

Si bien, acá cierro un ciclo que duro ocho años de un amor imposible a ser novios. Los cuales se fueron extinguiendo con el tiempo.

Ahora, esos recuerdos formarán parte de las experiencias que me llevarán a ser yo. Y lo más importante es que todo esto comenzó con un "¿Te quieres casar conmigo?"... Algo tan insólito, pero mega raro a la vez...

Un día másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora