1. Gwendolyn

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-Uno, dos tres...cuatro, cinco, sei...¡Muévete, Chloe!-le grito molesta al ver que no se está moviendo coordinadamente con las demás ¿Qué le sucede? ¡Está arruinando mi coreografía!-Okay, paren ¡Deténganse!-les grito fuerte todas y cuando me obedecen, camino molesta hacia Chloe.

-¿Chloe?-digo fingiendo una voz dulce cuando estoy frente a ella.

-¿Si?-pregunta temerosa de mi.

-¿Qué mierda te sucede hoy? ¡Apenas podemos hacer seis pasos de la coreografía!-ella hace una mueca cuando cambio mi tono de voz y se encoge de hombros.

-No me siento muy bien-suelta un suspiro tocando su estómago.

-¿Cómo puedes sentirte bien? Comiste como una vaca hoy en el almuerzo-le digo arrugando mi nariz con asco. Ella me ve dolida y ruedo los ojos soltando un suspiro. Veo a las demás chicas, que parecen muy entretenidas por nuestra conversación.

-Terminamos por hoy, piérdanse-alzo ambas manos y ellas rápidamente se dispersan para dirigirse a las graderías. Realmente son unas haraganas hormonales que solo quieren ver los cuerpos sensuales de los jugadores de fútbol. Todas las animadoras están atentas al partido, mientras yo estoy estresada por esta maldita coreografía.

El viernes tendremos nuestro primer partido escolar y todos están realmente emocionados, excepto yo. Apenas sabemos la mitad de la coreografía y ya es miércoles, como capitana del equipo mí deber es hacerlas sudar como puercos pero hoy no estoy de ánimos para gritarles durante horas, así que las dejo ver el partido.

Camino hacia las bancas y saco un bote con agua de mi mochila. Me siento y como todas las demás, veo la práctica de los jugadores de fútbol. Bueno, mas bien veo a mi novio, Jake Taylor.

Ambos somos perfectos juntos ya que él es el capitán del equipo de fútbol y yo de las animadoras. Además de que somos el rey y la reina de la escuela, por así decirlo.

Gané mi popularidad cuando Jessica Olsen se graduó cuatro años atrás. Tenía catorce años en ese entonces y no sabia por qué me había elegido a mi ¡Apenas había salido del noveno grado! Pero puede ser que me haya escogido por qué soy perfecta para el puesto. Millonaria, tengo buen cuerpo, hermoso rostro y todos me aman. Eso me hace la chica más popular de la escuela, y al ser la más popular, obviamente tengo que salir con el chico más lindo y también popular de la escuela.

Cuando la práctica de los chicos termina, Jake corre hacia una banca y se quita la camisa lanzándose agua para refrescarse. Literalmente puedo escuchar a todas las chicas suspirar. Todas, absolutamente todas las chicas de esta escuela desean a Jake. ¿Quién no lo haría? Con su cabello rubio, sus preciosos ojos azules, su cuerpo bien definido y esa sonrisa encantadora, es él chico perfecto.

Pero yo no dejaría que alguien más pusiera sus garras en él, trabajé demasiado para que él a fijara en mí y no lo voy a dejar ir tan fácilmente. Él me ve y sonríe trotando hacia mi. Me abraza acariciando mi espalda y me da un suave beso en los labios.

-Hola, Wen-dice besándome de nuevo, está vez con más pasión. Él acaricia mi muslo y lentamente va subiendo, antes de que haga otra movimiento, quito su mano.

-Eso esta muy mal, Jake-digo frunciendo el ceño.

-Lo siento nena, sabes que no puedo controlarlo-dice mostrándome su sonrisa encantadora.

-Cómo sea-ruedo los ojos-Llévame a casa-él se despide de sus amigos y yo les dejo bien claro a todas las chicas que mañana practicaremos en el almuerzo y en la salida hasta que la coreografía esté bien hecha.

-¿Me recoges mañana?-pregunto a Jake cuando estamos frente a mí casa y él solo asiente sin apartar la vista de su celular. Salgo del auto y entro a casa. Desde aquí puedo escuchar a Toby jugando videojuegos y los gritos de mamá.

Un Cambio Inesperado © (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora