𝐋𝐈𝐌𝐄𝐑𝐄𝐍𝐂𝐄, draco malfoy (traducción)

dieciocho, ultraviolence

Nota de autora: Si los cuchillos, la violencia, la toxicidad y las referencias sexuales te asustan, es posible que desees evitar leer porque el próximo par de capítulos lo llevarán consigo xx

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No sé por qué me sorprendió en lo más mínimo esto. Aún así, la pregunta salió disparada antes de que pudiera morderla.

—¿Has estado bebiendo?

Su mirada parpadeó hasta quedar en blanco, luego sorpresa. Y luego sus dedos presionaron más profundamente en mi mandíbula.

—¿No?—Él se burló. Noté que su voz siempre subía un poco más cuando se ponía a la defensiva por algo, acentuando su ya fuerte acento inglés.—¿Por qué importaría si asífuera, de todos modos?

—Bueno... es una noche de escuela, ¿no? No es muy responsable.—Dije intencionadamente, actuando como si no acabara de regresar de mi propia sesión de bebida con Hermione y los demás.

Simplemente estaba cavando en él para mantener al sujeto alejado de sus aterradoras maldiciones y amenazas.

—¿Responsable? ¿Enserio me estás dando un sermón ahora mismo?

Por un segundo juré que parecía casi divertido, pero esto desapareció rápidamente detrás de otro ceño fruncido. Él se burló, enfurecido:

—¿Qué eres, mi madre?

Luego negó con la cabeza ferozmente, como si volviera a enfocarse, mechones rubios cayeron sobre su frente y voltearon contra mi mejilla.

—¿Qué importa todo esto? Solo quiero que me devuelvas mi maldito anillo-"

—¡Y yo solo quiero ir a la cama!

Traté de levantar mis manos para alejarlo, pero aún estaban atrapadas entre nuestros dos pechos. Entonces no aguanté más. Comencé a retorcerme, con la cara arrugada. Bien podría haber estado tratando de mover la puta Estatua de la Libertad porque Malfoy estaba rígido como una piedra. Una roca literal.

Todavía tenía mi mandíbula en sus dedos helados, y de repente mi cabeza se inclinó, forzada, en el camino de regreso hasta que mi cuello quedó expuesto. Un destello de metal en mi visión periférica me hizo intentar inclinarme hacia abajo para mirar, pero levantó mi barbilla, manteniéndome inmovilizada bajo su mirada invasiva.

La piel de mi cuello se estremeció, se estremeció cuando de repente bajó la cabeza y soltó una oscura risa contra ella.

Luché por mantener mi respiración constante. Que no cunda el pánico. Ni siquiera hagas un sonido.

Levantó la cabeza después de un momento y me miró fijamente durante un largo, largo segundo, casi pensativo, y recé para que no pudiera ver el rubor que se apoderaba de mis mejillas. No habló y, por primera vez, realmente deseé que dijera algo.

Porque el silencio significaba que no tenía la menor idea de lo que pasaba por su mente. Si estaba enfurecido o presumiendo. Solo me miró, y miró, y miró fijamente. ¿Había algo en mi cara? Por un breve y horrible momento pensé seriamente que me iba a besar. Un pensamiento ridículo era ese porque: ¿por qué demonios querría hacer eso?

Pero su cercanía hizo resbalar mi racionalidad. Nuestras narices casi se tocaban. Mis manos estaban presionadas contra su pecho. Mi corazón latía con fuerza y ​​había un calor extraño y arremolinado que en la parte inferior de mi abdomen, que solo se estaba calentando más.

De repente, sentí una superficie fría y dura presionando debajo de mi mandíbula, y con eso, toda mi vergüenza se convirtió rápidamente en miedo, terror--