"Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ sɪᴇᴛᴇ"

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Los delirios del Rey.

Yoongi entró a su habitación suspirando de cansancio, comenzando a quitar los botones de su camisa a medida de que avanzaba por el lugar. Su vista se fijó en la cama, impecable y sin una sola arruga en sus sábanas. La habitación estaba limpia y las puertas del balcón cerradas. Frunció el entrecejo en confusión y dejó caer su camisa al suelo, dejando un rastro de desorden luego al quitarse los zapatos y dejarlos regados llevó sus manos a su pantalón y se deshizo del cinturón, dejándolo también en el suelo. Miró en silencio el vacío lugar e hizo una mueca de disgusto ante la nula presencia de el Omega que amenazaba con sacarle canas antes de los ochenta años.

Sin decir nada se aproximó hasta la puerta del baño, abriéndola bruscamente y encontrándose con un Omega desnudo en medio de una gran tina llena de agua humeante, acompañado de una beta anciana que ni sí siquiera miró a Yoongi más de un par de segundos. Jimin se encogió en su lugar y bajó la mirada, abrazando sus piernas contra su pecho para cubrir su desnudez, su cabello húmedo cubriendo su frente y parte de sus ojos.

-¿Cómo está él?-Preguntó Yoongi a la anciana de cabello gris.

-Mejorará.-Aseguró sin verlo aún.-Pero no se sorprenda si siente mucho dolor, caerse de las escaleras no es un juego, menos cuando te golpeas la espalda. Ahora no puede hacer mucho por si solo.

-Para eso estás tú.-Dijo Yoongi de forma arrogante.-Limítate a darle medicina y un baño, puede comer por si solo.

-Si, Majestad.

Yoongi y Jimin cruzaron miradas solo un par de segundos en los que Yoongi lo miró casi con desprecio y sin más el Alfa salió de nuevo del baño. Se dirigió al armario y caminó por el, vagando en medio de las numerosas prendas para matar el tiempo mientras el Omega continuaba dándose un baño.

Yoongi y Seokjin se encontraron durante la tarde y el Alfa dejó dos cosas muy claras; Que no interfiera en asuntos que no lo incluían y que luego de su interrupción Jimin volvió a su habitación demasiado avergonzado. Aunque lo hubieran pillado con las manos en la masa y aunque no tuviera que dar explicaciones, Yoongi no podía permitir que Seokjin o alguien más supiera que Jimin se estaba quedando en su habitación. Además de que el Alfa lo había herido, Jimin estaba en ese castillo para ser el Omega real, y que Yoongi lo aceptara en su habitación sería como si él lo aceptara como su Omega, y Yoongi no iba a permitir que su orgullo fuera rebajado a las decisiones de terceros.

-¿Por qué tardan tanto?-Gruñó

Con molestia salió del vestidor, encontrándose con Jimin sentado a orillas de la cama cubierto con su albornoz blanco. Su cabello estaba húmedo y su piel lucía radiante bajo las luces amarillentas de las velas. Yoongi lo miró unos momentos, dándose cuenta de que Jimin estaba evitando su mirada, limitándose a ver el suelo.

-¿Qué te sucede?

-Nada, Majestad.-Jimin negó con su cabeza y su espalda de pronto se encorvó un poco, haciéndolo lucir inseguro.-Lamento que nos haya descubierto...

-Mientras Seokjin no hable, no habrá ningún problema. El no sabe que estás herido, así que solo me queda confiar en que no pensará que estás durmiendo en mi habitación.-Yoongi lo miró con desprecio.-No quiero que me relacionen contigo y no dejaré que me hagas quedar como un niño que obedece las órdenes de su padre.

-¿Qué hay de la Beta?-Preguntó Jimin aún sin mirarlo.

-No hablará.-Yoongi negó con la cabeza.-La conozco desde que tengo memoria, es buena guardando secretos cuando se le ofrece un beneficio.

-¿Qué le ha ofrecido usted, Majestad?

-¿Contribuirás con su recompensa?-Preguntó Yoongi de forma amarga

REIGN: El amor sobre el trono | Yoonmin | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora