Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)

CAPÍTULO 46

Narra ____.

Miré con curiosidad a Alma sin soltar la mano de Camilo.

-Alma- La noche que tu madre permitió que te quedaras con nosotros no lo hizo de buena gana, Pepa y yo tuvimos una gran discusión con ella porque quería volver a encerrarte en esa casa y aprovecharse de ti para que la sirvieras como una esclava. Nosotras nos negábamos a permitir que eso sucediera así que tu madre nos ofreció un trato que pensó que nunca aceptaríamos.

-____- Cual fue el trato.

-Alma- Ella nos prometió que si Camilo y tu os prometíais para casaros en un futuro podrías quedarte aquí, pero que si esa promesa de matrimonio se rompía tu madre y tu os marcharíais y nadie volvería a saber de vosotras jamás. 

-Félix- Básicamente lleváis comprometidos desde aquella noche.

-Pepa- El problema es que tu madre intentó infundirnos el falso temor de que si vosotros dos os casabais el milagro correría peligro ya que vosotros no podríais tener descendencia.

-Alma- Principalmente ese es el motivo por el cual he estado interponiéndome entre vosotros. Pero no pienso permitir que esa mujer se salga con la suya.

-____- Pero ahora ella sabe que nosotros estamos juntos.

Todos en la sala me miraron y yo solté la mano de Camilo para abrazarme a mí misma. 

-____- Ella no va a parar hasta salirse con la suya. 

-Isabela- Pero no vamos a permitir que eso suceda. Sois pareja, os queréis como nadie. Camilo es tu chin ____, no hay ningún motivo para que no os terminéis casando en algún momento.

-____- Precisamente ahí está el problema. ¿Si nosotros nos queremos cual sería la única forma de evitar que acabemos juntos?

Todos se quedaron en silencio, miré a Camilo que me miraba preocupado hasta que pareció darse cuenta de lo que yo insinuaba.

-Camilo- La única forma sería hacernos daño a alguno de los dos. ____ no creo que tu madre vaya a intentar matarnos, es una locura.

El suelo comenzó a helarse y yo di un paso atrás alejándome un poco de Camilo e Isabela.

-____- Camilo, la conozco, es mi madre. Sé perfectamente de lo que es capaz.

Lo miré preocupada cuando un trueno me hizo desviar la atención a Pepa.

-Pepa- Pobre de esa vieja bruja como se atreva a tocaros un pelo a cualquiera de los dos. 

Félix abrazó a su mujer mientras que intentaba instaurar algo de calma en la habitación.

-Félix- Tranquila querida, los niños no están indefensos. Tienen sus dones, pueden defenderse perfectamente de una mujer normal y corriente, ¿qué es lo peor que puede intentar hacerles?. Además tu hermana puede sanarlos si las cosas se torcieran demasiado.

Pepa realizó una respiración profunda para volver a hablar.

-Pepa- De todas formas espero que ni siquiera se atreva a acercarse a nuestra casa si no se las quiere ver conmigo.

-Camilo- Mi padre tiene razón, ____. No puede hacer nada para dañarnos. 

Asentí sin convicción, el de pelo rizado se acercó a mí con la intención de abrazarme, pero yo retrocedí, estaba demasiado asustada en ese momento. Pareció entenderlo pues me sonrió sin reprocharme nada.

-Alma- De todas formas lo mejor sería que vosotros dos recortarais vuestras salidas, al menos por el momento. Aquí con la protección de casita estáis más seguros. No digo que le temáis a esa mujer, solo ser cuidadosos. No sabemos que planea, ni de lo que es capaz.

-Félix- Por el momento será mejor que todos nos tranquilicemos. ____, Camilo, debéis de estar hambrientos.

-Camilo- La verdad es que si.

Me miró y yo le sonreí de lado. Como solo éramos nosotros dos comimos en la mesa de la cocina. Camilo intentó iniciar la conversación unas cuantas veces pero yo no fui capaz de seguirle. Estaba demasiado perdida en mis propios pensamientos. No quería que le pasara nada malo, aún menos por mi culpa. Si no me bastaba con tener que preocuparme de  no hacerle daño yo, ahora tenía que preocuparme de que mi madre no intentara matar a mi novio. Bueno, prometido... al menos en términos legales.

Me sentía mal por no seguirle la conversación, pero realmente me era imposible concentrarme, además del hecho de que sentía la cabeza como acolchada, me sentía totalmente atontada y no terminaba de entender el porqué. 

Estábamos terminando de comer cuando Camilo suspiró captando totalmente mi atención.

-____- ¿Sucede algo?

-Camilo- Yo soy quien debería hacerte esa pregunta.

-____- Solo estoy algo preocupada, no entiendo porqué mi madre ha decidido aparecer ahora, no tiene ningún sentido.

-Camilo- ¿No crees que dijera la verdad?

Reí un poco y coloqué mi mano sobre la suya con delicadeza.

-____- Ella no es esa clase de madres Camilo, es más probable que necesite una donación de riñón o algo así a que venga a verme por echarme de menos.

-Camilo- Entiendo... Lo siento mucho ____. 

-____- Tranquilo, me alegra saber que no todas las madres son así, antes de conoceros lo tenía super normalizado. Ahora entiendo que no es normal que una una hija haga todas las tareas de la casa y cocine para su madre mientras que esta no hace nada.

-Camilo- No me imagino por lo que has tenido que pasar, has debido de sentirte muy sola durante todo este tiempo.

Le sonreí débilmente.

-____- Al menos ahora os tengo a vosotros, y te tengo a ti...

Me miró ensanchando su sonrisa.

-Camilo- ¿Sabes? Me da igual que técnicamente estemos comprometidos, algún día, cuando ambos nos sintamos preparados y solucionemos todo con tu madre, te propondré matrimonio de verdad. Por mi propio pie y decisión. No me importan esas estúpidas formalidades, yo me enamoré de ti mucho antes de saber que estábamos prometidos. No pienso dejar que nada, absolutamente nada se interponga entre nosotros. 

Yo lo miraba mientras hablaba sonrojándome más con cada palabra que pronunciaba.

-Camilo- Te prometo que voy a cuidarte, te prometo que voy a luchar por cada una de tus sonrisas a diario. Aunque tenga que enfrentar a tu madre, que por cierto da un poco de miedo.

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@lala_madasi en Instagram.

Holis, ¿vieron los dibujos de Pepa y Félix? Moría de ganas por dibujarlos, los amo demasiado son lo más adorable. Los tienen en mi Instagram por si quieren pasarse.

Espero estén disfrutando.