Tras un trágico accidente Min Yoongi muere dejandolo todo atrás, su vida, la persona que más amaba y una sorpresa que esta misma le tenía.
Resentido con lo que le sucedió, comete un error y gracias a ello tendrá una segunda oportunidad para vivir y...
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Yeon Seo había mejorado mucho su estado físico, el doctor estaba apunto de darla de alta, estaba tranquila en su habitación de hospital mientras esperaba a su amiga, la cual iba a recogerla.
Min Jeong por su parte había ido a la casa de Yeon a quitar todas las fotografías que tuviera con Yoongi o cualquier cosa que pudiera recordarle a él. Estuvo barriendo de arriba a abajo el lugar, metiendo todo en una pequeña caja para guardarla en un lugar secreto.
—Tía Min Jeong, ¿vas a tardar mucho? Ya quiero ver a mi mamá —Young entró en la casa, ella estaba fuera del departamento esperando a la mujer junto a Hoseok y Woosik pero terminó desesperandose.
—Ya voy pequeña, no tardo —se metió en el estudio, Young se escabulló y miró directamente las fotos que estaban en el escritorio.
—¿Son mis papás en su boda? —se hizo la curiosa mientras tomaba el retrato.
—Uy no, no toques eso —Jeong rápidamente se la quitó de las manos.
—¿Puedo quedarmela tía? Quiero tener una foto de papá para saber cómo es —sonrió inocente.
—No, Young —ese par de palabras fueron suficientes para que la niña comenzara a llorar sin parar. —Aish está bien, quédatela con una condición, jamás le dirás a tu mamá que te la di, ella no se tiene que enterar de la existencia de esta foto, ¿está bien?
—Entendido, fuerte y claro —Young rápidamente secó sus lágrimas, tomó la foto y salió corriendo para encontrarse con su tío.
—Dios que niña, siempre obtiene lo que quiere
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Yoongi se encontraba aburrido sin decir nada, mientras que Jin ponía extrema concentración para convencer a sus mayores de darles las indicaciones de lo que Min tenía que hacer.
—Hyung —Yoongi se atrevió a hablar.
—Déjame concentrar, no hables.
—Tal vez te concentrarías mejor si no estoy yo, ¿puedo irme ya?
—Claro, vete, yo me quedo aquí buscando una solución —dijo sarcásticamente.
—¿Enserio? Gracias —sin más Min salió como un rayo del lugar.