1. Hora de correr

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— Harry, despierta, amor. — Harry se removió en su cama al escuchar la voz de su madre lejana llamándolo y se hizo una bolita para intentar volver a sumirse en los sueños. Sin embargo, volvió a sentir la mano de su madre sacudirlo nuevamente con más insistencia y dejó salir un quejido para que lo dejara dormir. — Vamos, bebé, necesito que te levantes para mí.

Harry dio vueltas en su cama hasta que finalmente abrió sus ojos. Pestañeó pesadamente y se frotó los ojos para sacar los restos de sueño de éstos. Cuando finalmente pudo enfocar la vista bien, se encontró con la figura de su madre de cuclillas con una pequeña llama flotando encima de su mano derecha y mirándolo preocupadamente. El chico achinó los ojos y observó el cielo nocturno reflejarse detrás de su ventana.

— ¿Mami? — preguntó dejando salir un pequeño bostezo. — ¿Qué sucede? — antes de que Anne pudiera replicarle a su hijo, un grito de agonía se escuchó de afuera de la casa haciendo que la mujer levantara su cabeza y mirara a la ventana con ojos muy abiertos y generando que Harry se despertara completamente y se aferrara a la manga de la túnica de su madre con miedo. — ¿Mami? — volvió a cuestionar esta vez en voz baja. — ¿Qué está pasando? Tengo miedo, ma.

Su madre se volvió a dar vuelta y le dedicó una sonrisa reconfortante aunque ésta no llegara a los ojos. Con un delicado movimiento de mano, la llama que flotaba sobre su palma aumentó levemente de tamaño y se desplazó a un rincón de la habitación iluminándola tenuemente. Siguientemente, su madre le retiró las colchas que tenía encima generando que Harry notara el frío que hacía y lo llevó a su pecho haciendo que Harry instintivamente se acurrucara contra ella y se sintiera más seguro. Anne comenzó a pasar una mano por los rizos de su hijo y Harry no pudo evitar que sus ojos amenazaran con cerrarse por las caricias.

— Bebé, no te duermas. — dijo Anne e, inmediatamente, Harry volvió a abrir sus ojos. — Vamos, necesito que te levantes y hagas mucho silencio.

Harry se separó de su madre y se paró al lado de la cama esperando más instrucciones. De repente, un fuerte estruendo se escuchó fuera de la casa y los gritos de mucha gente se hicieron presentes. Harry observó a su madre agarrar su mochila de la silla donde dejaba a sus peluches y, a continuación, la vio abrir su armario comenzando a revolverlo de arriba a abajo y guardando alguna que otra prenda en la mochila. Harry observó a su madre quien traía puesta su túnica de casa y su cabello negro todo despeinado y entrecerró los ojos al notar que sus movimientos eran rápidos y desesperados y su aroma no era igual que siempre.

Cuando su mamá terminó con el armario, se volteó y ambas miradas verdes se encontraron. Se acercó a él y le tendió su mano la cual no dudó en agarrar al instante. Llevándose un dedo a los labios, su mamá le indicó que guardara silencio y luego salió de la habitación arrastrándolo mientras que la confusión y miedo se arremolinaban dentro suyo. A medida que bajaban las escaleras, el ruido del exterior aumentaba y, con eso, el agarre de su mamá en su mano a tal punto que llegaba a rozar el dolor. 

Se dirigieron a la cocina en donde su madre comenzó a guardar hogazas de pan y una botella de agua en la mochila y luego caminaron hasta la puerta de la casa. Anne se hincó de rodillas y procedió a ponerle un sweater grueso de lana y a acomodarle la mochila en la espalda. Harry vio los ojos de su madre húmedos pero, antes de que pudiera decir algo, sintió su mano cálida sacándole los rizos de la cara.

— Okey, amor, ahora te voy a alzar y necesito que te sujetes muy, muy fuerte a mí, ¿está bien? — Harry asintió con la cabeza y Anne sonrió. — Eso es, bebé. Mami te va a cubrir con su túnica y tú tienes que guardar silencio hasta que te diga. — Harry volvió a asentir sintiendo el miedo aumentar en su interior a medida que los ruidos fuera de su casa se volvían más fuertes. — Quiero que cuando estemos afuera cierres bien fuerte los ojos y no los abras por nada en el mundo hasta que te diga, ¿entendiste, Harry?

Soulmates dancing under the moonshineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora