𝑓𝑖𝑛𝑑𝑖𝑛𝑔 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑖𝑛 𝑡ℎ𝑒 𝑑𝑎𝑟𝑘 ༊*·˚

꒰♡꒱ 002. h a r r y

✧˚ · . Harry PDV:

No, no tenía prisa. No si se trataba del vecino que poseía zafiros como color de ojos y miel como melodía de voz.

Era tan dulce... De hecho, siempre se veía tierno, pero en el momento en el que está enfadado, no sé cómo, pero consigue ser el doble de adorable.

Ese día vestía con un beannie gris y su típica cazadora vaquera, jeans algo ajustados y sus Vans favoritas. También llevaba gafas, que a pesar de que le quedaban demasiado bien como para no parecer un modelo, no era un accesorio frecuente en él.

Siempre que nuestros destinos se cruzaban solía ir con ese estilo compuesto por el beannie, sus inseparables Vans y esos colores oscuros tan característicos.

¿Por qué viste siempre con colores oscuros? -me preguntaba constantemente.

Yo en cambio, era todo lo contrario hablando de vestimenta. Me gustaba la ropa que tenía un poco de extravagancia, prefería los estampados florales y los colores veraniegos y vibrantes. Hoy, por el contrario, opté por un look más cómodo: camiseta oversize, vaqueros un poco rotos en la rodilla y unas deportivas blancas. Escogí una gorra como complemento adicional.

Le sonreí y me acerqué a ayudarlo en la búsqueda de sus llaves perdidas.

- ¿Has mirado ya en tus bolsillos? -pregunté después de haber pasado 10 minutos aproximadamente buscándolas en vano.

- Sí, y no están. ¿Qué pasa si las he perdido? O peor aún, si me las han robado. -empezó a divagar con aire dramático.

- ¿Y en los bolsillos de tu chaqueta vaquera? -propuse.

- Oh, ahí no he mirado. Gran idea. -dijo cogiendo su chaqueta y buscando los bolsillos.

De repente, un ruido estruendoso me dejó atónito. Lo miré asombrado, pues estábamos solos y yo no había sido; es decir, ese grito había salido de Louis.

- AQUÍ ESTÁN SÍÍÍÍÍÍ -gritó saltando alegremente y creando a su vez un leve tintineo con el reciente y esperado descubrimiento.

- Por fin, ya estaba por ir a comisaría o algo para ver dónde se podían haber quedado. -comenté aliviado.

- Exagerado. -me dijo, divertido.

- ¿Acaso te tengo que recordar quién hace apenas dos minutos estaba casi hiperventilando porque creía que le habían robado y que el mundo iba a acabarse? -le recordé con un tono sarcástico.

- Oyee, eso no es verdad. -dijo, después de darme un golpecito en el hombro, con un intento de cara enfadada y ceño ligeramente fruncido.

- ¿Cómo que no? -le dije mostrándole mis hoyuelos.

- Vale, pero no le digas a nadie por favor. -reconoció en voz baja y sonrojado. Un tierno puchero se formó en sus labios y me fijé que también estaba nervioso porque estaba jugueteando con las mangas de su sudadera.

- De acuerdo. -accedí. ¿Cómo negarle algo si era como un pastelito? Se veía adorable. Retiro lo anteriormente dicho, con gafas, puchero y un leve sonrojado era más adorable que enfadado.

- Gracias por todo Harry. -y me dedicó una sonrisa algo tímida mientras se colocaba las gafas un poco más arriba porque se le habían caído un poco del puente de su nariz.

- No es nada, encantado de ayudarte. Cualquier cosa, me llamas al timbre sin problema. -le respondí con otra sonrisa. No podía parar de sonreír con él cerca. Era imposible.

- Igualmente, cualquier cosa me puedes decir. -respondió, regalándome esta vez una sonrisa más amplia.

- Ya hablaremos. -me despedí.

- Genial.

Y después de regalarle otra sonrisa (había perdido la cuenta de cuántas veces podía haberle sonreído en un lapso de 15 minutos), me giré y encaminé hacia mi puerta de lo que podía llamar hogar. Escuché las llaves tintinear otra vez y el sonido de la puerta abriéndose y después cerrarse con suavidad.

Yo cuando llegué a mi casa, hice lo mismo. Miré al reloj, que marcaba las seis y media de la tarde. Me duché tranquilamente, aunque ni siquiera el agua pudo disolver mi sonrisa. Ya eran las 7 y cuarto cuando decidí empezar a hacer la cena, todavía con la curvatura en mis labios.

Empecé a preparar la cena mientras que de mi teléfono salía la melodía y tarareaba al ritmo de la canción 'Breathe', de Pink Floyd. Tamborileé mis dedos en la encimera de mármol. Estaba feliz.

Miré al reloj otra vez y ahora marcaban las 7 y media. Después miré al salteado de verduras y el revuelto de champiñones, que olía demasiado bien como para no empezar a comérselo en ese mismo instante. Estaba concentrado en la melodía que seguía saliendo de mi teléfono cuando de repente, un estruendo me interrumpió mis pensamientos e incluso yo creo que el corazón. ¿Qué acababa de pasar?

Me acerqué a mirar por la ventana de la cocina, que estaba a la izquierda de la vitrocerámica y de dónde yo me encontraba. Ahí fue cuando todo cobró sentido: estaba cayendo una tormenta, y no precisamente de un rato corto y unas pocas gotas. Deduje que debía haber estado lloviendo durante al menos media hora porque el agua en la calle ya llegaba hasta los tobillos y las alcantarillas de la calle estaban a rebosar. Lo que había escuchado había sido un relámpago.

Me quedé asombrado y seguía mirando por la ventana cuando otro rayo cayó, haciendo volar la espátula de plástico que estaba sosteniendo en mi mano derecha y también causó que un grito casi ensordecedor saliera de lo más profundo de mis entrañas.

Parezco Louis. -pensé por unos instantes.

Y eso me sacó una leve sonrisa.

Yo era un amante de la lluvia porque tanto su olor como el sonido que hacían las gotas al caer y chocar con el pavimento me parecía demasiado relajante. Siempre me había gustado la lluvia, aunque sin sus ruidosos y luminosos acompañantes. Eso no me gustaba nada. No me gustaban las tormentas, pero sí la lluvia.

Paré la música y apagué la cocina para evitar que mi sencilla cena se quemase. Justo en el momento en el que llegué a la encimera y cogí el móvil para apagar la música, mi visión se tornó oscura. Negra para ser más concretos. La luz se había ido a causa de la dichosa tormenta.

Creo que la electricidad se había cortado en gran parte de la ciudad, como mínimo en el edificio en que yo vivía.

♡

Este capítulo es un poco más larguito !!
Qué les pareció??

Doble actualización por ser 24? Sí.
Nos leemos 💗