Capitulo 74

662 31 0
                                    


Estaba parada en la puerta sin pode entrar, lo veía através de la ventanilla transparente, la vista desde donde estaba era demasiado para mi, el tenia una maquina conectada a su corazón y cables por todos lados. 
Pero algo dentro de mí se calmo, podía ver su pecho bajar y subir, su reparación era trabajosa, pero respiraba y eso me daba una calma inmensa.
Fruncía su seño y tosía. 
— Ha estado haciendo eso todo el tiempo desde que llego — me sobresalte cuando la voz del Doctor que lo atendía me hablo desde atrás. 
Respire y sequé mis lagrimas antes de darme la vuelta.
— ¿En que estado se encuentra? Se pondrá bien, ¿verdad? — busque su mirada pero el simplemente bajo la vista, con una mueca en su rostro.
— Nosotros estamos acostumbrados a siempre decir la verdad y no alterarla. El no esta bien, del todo. Como ve, respira. Pero muy, muy trabajosamente, necesito una maquina para darle adrenalina a su corazón pues la dosis de droga fue demasiada. Pero por fortuna un vecino lo encontró a tiempo y la droga no colapsó en su cerebro, de otra forma hubiera sufrido un ataque cerebral, pero eso no paso, por lo tanto esta fuera de peligro con respecto a esa situación, pero si se recupera el puede sufrir algunos efectos secundarios….
— ¿Como cuales? — realmente estaba haciendo trabajó para no alterarme y respiras de manera correcta, por mi bebé.
— Perdida de memoria o, parálisis de su extremidades.
— ¿Que? ¿Cuantas posibilidades de que no le suceda eso ahí?
— 1 en 1, millón. Lo siento.
— Oh dios, no… — realmente sentí que mi corazón se rompía. Las lagrimas me nublaron la vista y la primera reacción que vino a mi fue abrazar a alguien, el doctor era ese alguien. 
Necesitaba el apoyo de quien fuera.
— Por favor no deje que eso le suceda a el, lo rompería por completo, por favor… — rogué, sin poder detener las lagrimas.
— Señora, haremos lo que este a nuestro alcance, pero por favor, cálmese. 

Pero no podía, no podía cuando la vida de la persona que más amo estaba en juego.

Cσмρℓι¢αтє∂ ℓσνє TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora