◎Diana's Pov.
Salí de aquella cafetería luego de agradecerle a la amable mesera. Saqué mi celular. Nada todavía.
Pasé la carretera hacia el otro lado. Caminé por el bosque lentamente. Estaba metiendome en la boca del lobo, maldita sea.
No llegaba ni un poco de señal. Joder, que frustante era esto. Me quedé parada al sentir una rama partirse. Volteé un poco la cabeza, no había nada. Volteé de nuevo hacia al frente y...
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-¡Argh, mierda! -gemí del dolor ante el otro golpe.
Otro golpe, otro más, y otro más. Un poco de sangre y un dolor de mil infiernos en todo mi cuerpo.
-Vuelve a... -otra cachetada. - hacer algo así... -otro golpe más en mi estómago. - y será... -otro golpe. - peor. -unas cuantas patadas más en mi estómago.
Las lágrimas no tardaron en salir. Si a mi me hacían esto... ¿que le habrán hecho a Azul?
-¿Por qué me haces esto? -murmuré, mientras lloriqueaba y trataba de abrazarme a mi misma.
-¿Que por que te hago esto? -rió fuertemente. - ¡Me quitaron a lo único que tenía! ¡Mataron a mi padre! -gritó, acercandose a mi rostro. - Ahora le toca a Maloley sufrir por su chica...
-Eres un hijo de perra. -murmuré entre dientes.
Pegó una patada en mi quijada, haciendo que callera tendida en el piso.
Escupí la sangre, mientras lloraba de más.
-A mi me respetas, perra. -traté de arrastrarme para poder sentarme, pero me dolía demasiado.
Salió de la habitación, cerrando de un portazo.
-Nate... por favor... trata de encontrarme. -susurré para mi misma, soltando lágrima y sollozos.
Me arrastré hasta la pared, con todo el dolor, y me senté apoyando la espalda contra la pared.
Limpié un poco con mi mano la sangre en mi quijada, y por mi naríz. En mis brazos ya se estaban empezando a formar unas hematomas. Levanté mi camisa, que antes era blanca y ahora ni idea de que color era, y observé a las grandes hematomas casi moradas por todo mi abdomen. Lloriqueé, y rápidamente quité las lágrimas.
-Nos encontraran... ellos nos encontraran. -murmuré.
Cerré los ojos fuertemente, tratando de pensar en otra cosa, que no fuera el dolor que sentía.
Me acosté en el piso, abrazandome a mi misma, para tratar de dormir un poco. Al menos si es que acaso podía.
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Desperté por unos fuertes golpes, y gritos.
¿Que pasaba? Saqué mi celular, tenía muy poca batería. 5 pm. Vaya, había dormido bastante. Guardé este de nuevo. Revisé mis brazos, y estaban de un colo morado algunas partes. Al igual que mi abdomen, solo que este era mucho más oscuro y algunos azul. Me levanté, soltando un gemido de dolor.
Caminé hasta la puerta, y apoyé mi oreja en esta tratando de escuchar algo de afuera. Nada que puediera entender bien. Escuché pasos, así que me heché hacia detrás.
La puerta se abrió de golpe, así que mi instinto fué tomar un vidrio del piso, de la ventana que horas atrás había roto.
Mis lágrimas empezaron a salir, y mi sonrisa casi salía de mi rostro al verlo. Me abalancé sobre Nate, sin importarme un comino el dolor en mi cuerpo.
-Sabía que vendrías... -susurré en su oído.
Me abrazó más contra él.
-Te buscaría hasta el final... -murmuró. Se alejó de mi, pasando su vista sobre mi. - mierda, mataré a ese hijo de puta. Tenemos que llevarlas a un hospital.
-¿Llevarnos? -pregunté. - ¿Que le hicieron a Azul?
-Ya la verás, pero ahora... salgamos de aquí.
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LA DIVAZA SE VA, PPPPAAAZZZZ.
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Omaha Bad Boy. -Nate Maloley-
Fanfiction“-Quiero que te alejes de mi. -dije con ira entrecerrando los ojos hacia él. -no caeré por ti. Rió cínicamente. Se acercó hacia mi oído. -En unos días... -susurró y supe que estaba sonriendo. -te tendré bajo mis sábanas, gritando mi nombre." —————— ...
