CAPÍTULO 17

22.1K 2K 1.4K
                                    

Narra Camilo.

El rubio me mantuvo la mirada unos segundo hasta que por fin se decidió a hablar.

-Marco- ¿Es tu hermana?

-Camilo- ¿Mi hermana? ¡No! 

____ solo rio y yo miré al chico extrañado. ¿Dónde se supone que veía el parecido para asumir que estábamos emparentados? Busqué una respuesta adecuada pero me di cuenta de que no había ninguna que fuera a mantenerlo alejado.

-Camilo- Es mi amiga...

-____- Somos amigos.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del rubio que se inclinó para depositar un beso en la mano de ____. Esta puso una mueca de desagrado pero se mantuvo en silencio. Yo por mi parte me sentía molesto.

-Camilo- Deberíamos irnos ya. ¿No es así ____?

-____- Si, no queremos que Alma se enfade. Gracias de nuevo Marco.

-Camilo- Eso, gracias y adiós Marco.

Sonreí algo burlón.

-Marco- Espero que nos veamos en otra ocasión.

Ninguno de los dos contestamos y comenzamos a alejarnos rumbo a la casita.

-Camilo- ¿Por qué cargabas con todo esto tu sola?

-____- Alma me lo pidió.

Me fijé que en que cojeaba un poco y me preocupé.

-Camilo- ¿Estás bien?

-____- Si, seguro que no es nada.

-Camilo- Ven déjame ver.

-____- No hace falta, en serio. Ya me salvaste del tal Marco.

Rio un poco y en mi rostro apareció una sonrisa. Por alguna razón me reconfortaba que ____ no disfrutase de la compañía del rubio.

-Camilo- ¿No te agrada?

-____- No me da buenas vibraciones.

-Camilo- ¿Cuándo lleguemos me dejarás ver?

-____- Seguro solo es un raspón.

Suspiré pesadamente y llegamos a la casita, aún no había llegado nadie así que dejé la cesta en la cocina y le pedí a ____ que se sentara para poder examinar sus rodillas.

Me arrodillé frente a ella y la miré sonriente.

-Camilo- No puedo ver a través de las telas. ¿Lo sabes verdad?

-____- Es que me da vergüenza...

-Camilo- Oh vamos no te voy a comer.

Rei un poco, pero ella miraba sus manos sonrojada. Suspiré y tomé sus manos. Me transformé en Isabela.

-Camilo- ¿Así mejor?

Ella me miró algo enfadada.

-____- ¡Sigues siendo tú! Que sentido tiene si yo sigo sabiendo que eres tu.

Soltó mis manos y la silla se comenzó a helar, mis nervios aumentaron y volvía ser yo mismo para intentar disculparme.

-Camilo- Vale, vale. Lo siento, no fue buena idea, pero no puedo ayudarte si no me dejas ver las heridas.

-____- Está bien... Lo siento...

Recogió su falda y la mantuvo justo sobre las rodillas dejando ver bastante sangre, era normal pero aún así no sabía que hacer. Mi tía iba a tardar en llegar, al menos tenía que limpiar las heridas.

Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora