03 !

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ellie miller !

A la mañana siguiente, me levanto con el humor por los aires. Como si mi día de ayer hubiera sido del más normal, pero en realidad no lo fue.

Me reincorporé sobre mi cama con facilidad y recorrí mi cuarto con la vista. Tratando de entender si es que de verdad estoy en esta tierra o es puro pedo mío.

Lo entendí cuando escuché los gritos de Sofía y Arabella, estoy más que segura que están desayunando, y contándose cosas. Las muy asquerosas, nunca me dejan dormir.

—¡Dejen de gritar, enfermas!. — exclamó con enfado.

—¡No estamos gritando!. — me grita Arabella.

Ambas son mis mejores amigas, vivo con ellas hace ya unos tres años, y dejenme decirles, que es lo mejor que pude hacer en mi vida. Aunque, en momentos como estos —que no me dejan dormir por sus gritos— las detesto, sin dudas son lo mejor que tengo.

Finalmente salgo de mi cama y me dirijo rápidamente hacia el baño, hago mis necesidades como de costumbre y salgo con una cara que grita tengo ganas de morir en veinte idiomas.

Me encamino hacia la cocina de nuestro departamento y las veo, sentadas, conversando y desayunando como si nada. A las... ¿10 de la mañana?. A esta hora yo debo seguir durmiendo, esto es como la madrugada para mí.

—Quiero morir. — digo, sentandome junto a ellas y apoyando mi frente con exageración sobre la mesa.

—¿Y a esta que?. — escucho como Sofía pregunta y suelto un quejido por lo bajo.

—Me duele la cabeza, tengo hambre, y quiero morir. — le explicó en pocas palabras.

Siento como Arabella suelta una risita y como se acerca a mi lado para abrazarme de costado.

—Come algo y luego sigue con tus ganas de morir. — me dice, mientras yo aparto mi cara de la mesa.

—No me gusta desayunar. — le digo con una mueca, ella me muestra mala cara.

Me pega suavemente con dos de sus dedos en la frente y pone sus brazos en jarras.

—¿Cómo que no? El desayuno es la comida más importante del día, Eleanor. — me regaña con un tono de enfado.

Aplano mis labios para no reírme por su actitud y la miro con diversión.

—Te pareces a mi mamá. — me burló de ella.

Excuse me. ¿Mommy? Sorry, ¿mommy? Sorry. — Sofía dice entre risas, imitando el famoso audio.

Arabella suelta un suspiro de cansancio y nos mira con los ojos entrecerrados.

—En parte si soy como su madre, soy mayor que ustedes y si no fuera por mi, ambas estarían muertas. —nos dice, teniendo razón en todo.

Eso es tan cierto, si no fuera por ella, ni yo ni Sofía comeríamos ya que ambas somos un desastre en la cocina, una vez intenté freír un huevo y me quedé tres dedos. Y la pobre de Sofi intento hervir fideos y se golpeó la cabeza con una olla. Así que la que se encarga de alimentarnos es Arabella.

—Bueno, deja de mirar a la nada y ponte a comer. — Bella chasquea sus dedos en frente de mi rostro, haciendome reaccionar.

Le dedicó media sonrisita y acerco el plato que me está ofreciendo más hacia mi.

Sin mucho más hago el intento de comer, junto con la compañía de mis mejores amigas.

(...)

Son al rededor de las cinco de la tarde y lo único que me apetece en estos momentos, es una sola cosa: fallecer.

Irme con Diosito, estirar la pata, pasarme al patio de los callados y todas las formas posibles de definir la muerte, eso es lo que deseo ahora mismo. ¿Quien me lo cumple?.

¿Por que? Se estarán preguntando, y como la buena persona que soy, responderé sus dudas.

Miami en si no parece Miami, está nublado y anuncian tormenta para todo el día, cosa que significa una sola cosa. Debo quedarme en casa, ya que salir con lluvia es una estupidez, ya que podría enfermarme, y no tengo ganas de eso. Así que solo tengo una opción, quedarme en mi casita e intentar hacer algo.

Cosa que se me dificulta porque no tengo hobbies más que hacer vivos, aunque no sé si hacer stream se puede definir como un hobbie. Pero bueno, volviendo al tema. No sé hacer nada, ni pintar, ni bailar, ni dibujar, ni escribir, ni maquillar, ni cocinar, ni tejer, ni bordar, ya que todo lo que intento hacer me estresa a los pocos minutos y mucha paciencia no tengo como para prestarle atención y tiempo a esas cosas.

Así que, me quedo acostada en mi cama mirando un programa en la televisión. Hermanos a la obra es mi única compañía en estos días tristes.

Que pereza, ya parezco una señora de cuarenta que se divorcio cinco veces.

Mientras las pausas comerciales aparecen, agarró mi celular para darle una ojeada a las notificaciones, millones de estás aparecen. Con mensajes y menciones de algunos fans, una que otra donación, y mensajes de varios de mis amigos.

Pero, lo que más me llama la atención de todas estas, es una en particular.

Frunzo el ceño al verla y ruedo los ojos. ¿Cómo te arruinan un día ya arruinado? Fácil, solo tiene que pasar esto...

vinniehacker ha comenzado a seguirte.

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