Si pudiera pedir un deseo a la luna,
sería que pudiera ver tu hermosa
sonrisa una vez más.
El viento era cada vez más friolento y parecía que mi suéter ya no podía protegerme de éste clima tan poco cálido. Arrugue mi nariz y fruncia mis cejas con enojo. Dios, como odiaba está estación del año, odiaba que nuevamente llegará, y siendo sincero no sé en que momento empecé a odiar estos días del mes que alguna vez llegue a admirar.
Mis pasos continuaron a un rumbo fijo, la cafetería que quedaba a pocas cuadras de mi nuevo departamento, y con ello me congelaba con el paso de los segundos, pero en algún momento mis piernas dejaron de caminar tropezando un poco ante la repentina detenida. Sentía que mi corazón podía escupirlo en ese instante, mis piernas las tenía débiles en ese instante que sentía que todo nuevamente regresaba a mi mente, los recuerdos que tanto dolían que me tenían presos en el dolor. ¿Por qué ahora tenías que aparecer? Mi cabeza daba vueltas, mi corazón hizo presión en mi pecho, me sentía tan poco fuerte en éste momento. Y después de mucho tiempo volví a ver esa sonrisa que tanto me encanto en algún momento de mi vida que tanto te caracteriza, tus ojitos se entrecerraron dándote una expresión tierna mientras lo demás de tu físico seguía igual que hace un año aunque lo único que cambió de ti fue tu cabello que dejó de ser de su tono natural a uno amarillo que sin duda iba bien a ti.
Mi corazón se detuvo en el momento que tu mirada posó con la mía.
Era un tres de diciembre del dos mil veintiuno, ya ha pasado un año desde ése día, pero vagamente recuerdo perfectamente ese día a pesar del tiempo que ya transcurrió, me preguntó si tú lo recuerdas aunque es obvio que no lo harías.
¿Por qué recordarás acontecimientos que simplemente fue un día más en tu vida?
El clima desde ese entonces era horrible y aún más por el viento que hacía, era muy obvia la razón del clima ya se estaba acercando navidad y estos días iban a hacer los más friolentos. El aire rozaba mi piel que hasta podía rozar con la tela de mi delgada sudadera. Dios, no se porque fui tonto de traer ese tipo de sudaderas delgada en una estación del año muy fría. Mordía mi labio con fuerzas hasta ese punto estaba muriendo de frío, acariciaba más mi brazo en busca de calor y también buscaba con la mirada tu silueta, pero nada ni un rastro, pude haberme ido sin ti; aunque mi tonto corazón me lo impedía.
Una sonrisa apareció en cuando te vi tan, pero tan precioso hasta más que el día anterior; tu cabello un poco desordenado, tus mejillas un poco infladas con ese pequeño color carmesí en es zona y ni de tu mohín formado en tus labios desde este punto de vista eras muy tierno a decir verdad. Todo de ti era tierno si te soy sincero, aun más con cada expresión que demostrabas en tu rostro.
En cuanto más cerca estabas más mis piernas daban un pequeño temblor como si fueran dos gelatina, mi absurdo corazón más se aceleraba y las ganas de salir corriendo eran cada más fuertes, pero me negaba a hacerlo. Verte era lo que más deseaba hacer cada día, eras ese tipo de potencial para hacerme venir diario sin falta a la universidad.
Sin darme cuenta ya estabas parado enfrente de mí, con tus brazos extendidos hacia mi dirección. La sonrisa boba apareció en mi rostro y tímida a la vez, mi corazón latía con fuerza, era simplemente un bonito detalle de tu parte traer aquel vaso que contenía café para mí; aún más caía a tus encantos.
— Y-yo... Lamento venir hasta ahora, me quedé en la biblioteca estudiando, Beommie. —Se disculpo con una pequeña sonrisa en su rostro, esa bonita y jodida radiante sonrisa que me hacía derretir más mi corazón.
— No pasa nada, Yeonjun hyung. —Hablé de una forma cálida, tomando gustoso el vaso entres mis manos y le dedicaba una pequeña sonrisa.
- Por cierto, espero te guste, es como recompensa por hacerte esperar en este frío, lo siento nuevamente.
-Nuevamente se disculpo y como de costumbre plantaba un beso en mi coronilla.
— No hay problema, vale la pena esperar por ti. —Hable sin tener alguna medida antes mis palabras, parecía que mi corazón dejaba salir esos sentimientos oprimidos con dulces palabras.
— Ah, Beommie —Con una de sus manos tomo con delicadeza una de mis mejillas y apretó con suavidad, ya era costumbre de su parte que hiciera ese acto. —eres realmente tierno y lindo, te comería a besos.
Sus últimas palabras me dejaron atónito con mi corazón acelerado como si quiera salir corriendo de mi pecho.
¿El me besaria?
¿Lo haría?
Por un segundos nuestras miradas se cruzaron, sentía que estaba en un sueño. Mi corazón no tardo en acelerar aún más, una línea se formó en mis labios.
— Yo... No quiero que mal intérpretes mis palabras, lo que quiero decir es que te daría mimos... Si eso suena mejor. —Corrigió después de unos segundos con ese tono avergonzado que me daba ternura en mi punto de vista, pero esta vez sentí como mi corazón se oprimía y simplemente asentí levemente, forzando una sonrisa.
— Claro que me puedes dar mimos, Yeontto. —No se como era tonto al pensar que tenía esperanza que me vieras como algo más que amigos. Simplemente asintió y tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos, era tan bonito imaginar que un cero punto cero uno por ciento podías sentir algo.
¿Por qué seguía como tonto en tu espera?
©Baek_x
YOU ARE READING
❛ She ‹ YeonGyu
Fanfiction❝ Eres lo único que no puedo perder. ❞ ଽ ♡˓ 03៸12៸2021 ⊱ Baek_x ˒
