El Camino De La Doncella

Capítulo 33

"Gracias a todos por venir", dijo el director. "Todos ustedes vinieron a verme en ciertos momentos esta semana y trajeron el mismo problema. De una caída repentina en la asistencia de nuestros estudiantes".

"¡Sí, sí, recibí esta nota del líder del Equipo NAVY esta mañana!" Dijo Oobleck mientras alcanzaba la nota que guardaba en su bolsillo. "¡Y ayer recibí una nota similar de un miembro del Equipo BRGT!"

"Yo también recibí un aviso de una aparente ausencia justificada", dijo el profesor Port. "Fue escrito y firmado por un líder del equipo, quien dijo que una emergencia familiar necesitaba su atención".

"Recuerdo haber visto tu nota, Peter", dijo Ozpin. "Pero me temo que su contenido no era cierto".

Port y Oobleck intercambiaron una rápida mirada, preguntándose lo mismo. "¿A qué se refiere, señor?"

"Después de que Glynda me llamó la atención sobre esta situación, decidí ver a una de las familias de los estudiantes. Creo que fue la primera ausencia registrada, ¿me equivoco, Glynda?"

"No, señor", dijo Glynda. "Amelia fue la primera estudiante".

"¿Qué dijo su familia?" preguntó el profesor Port.

Ozpin tomó un sorbo de su taza antes de dar su respuesta. "Cuando le expliqué la nota que Glynda recibió a su padre, el Sr. Browning me dijo que su hija no estaba en casa. No ha estado en casa desde que se fue a Beacon".

Ambos profesores tenían la misma expresión de sorpresa en sus rostros cuando Ozpin les dio la noticia. La idea de que sus alumnos les mintieran era la primera vez, era casi como si los niños se saltaran la escuela para hacer algo que disfrutaban. Pero este tipo de actitud no se esperaba de los Cazadores ni de las Cazadoras; de hecho, se podría considerar la idea bastante vergonzosa.

Pero el Doctor Oobleck pudo encontrar algo más sobre la situación que lo preocupaba.

"Perdóname por sonar audaz, Glynda, pero ... no pareces muy sorprendido por esto", dijo el excéntrico profesor. Luego se volvió hacia el Mandaloriano. "Por lo general, es el primero en hacer las preguntas correctas, Sr. Djarin. ¿No tiene ninguna ahora?"

"Me hice las preguntas correctas", declaró el mandaloriana. "Fui uno de los primeros en enterarme de todo esto, y Ozpin me dejó investigar más".

"¿Encontraste algo?"

"Algo. Es difícil de creer, pero es verdad".

Oobleck y Port intercambiaron otra mirada antes de asentir. "Muy bien", dijo Oobleck. "Cuéntanos qué pasó."

El dia de ayer

Djarin estaba sentado en un salón de clases vacío. Su única compañía era su hija y una amiga que hizo recientemente, Lilith Gelb. Mientras Cinder estaba al lado de Djarin, Lilith estaba sentada frente al Mandaloriano. El silencio de la habitación se rompió cuando Djarin se inclinó hacia adelante y le hizo una pregunta.

"Déjame aclarar esto", dijo. "La noche antes de que se fuera tu compañero de equipo, volvías de una reunión con tu club".

"Sí, es cierto", confirmó Lilith. "Estaba oscuro en los pasillos, así que usé la luz de mi pergamino".

"Y luego llegaste a tu puerta y viste ... algo".

"Eso es correcto." Lilith avanzó. "Estaba oscuro y se movía justo debajo de mi puerta".

"Se fue ... debajo de tu puerta cerrada."

"¡Correcto, correcto! Estuvo en el pasillo por un segundo, y debajo de la puerta al momento siguiente."