20. Ayúdeme a olvidar

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Me cuelgo a su cuello y dejo un sonoro beso en su mejilla, que deja una marca de mi lápiz de labios sobre su piel. Marto me sonríe.

- ¿Habló con Villa? – Me susurra Marto al oído mientras me abraza. Niego con la cabeza – Creo que las cosas con Gabriela se acabaron del todo. Se está haciendo el que no le importa, pero ya sabe como se puede poner

Sé sin que tenga que decirlo que se refiere a esa noche en Los Ángeles.

Le doy un besito en la mejilla a Marto y me alejo. Asiento con la cabeza una sola vez, porque entiendo lo que me está advirtiendo.

- Oigan, dejen de cuchichear. Devuélvame a mi Pick de la suerte – Regaña Villa a Marto y me atrae a su lado. Me rodea la cintura con un brazo y empieza a tirar de mí hacia el patio, donde se lleva a cabo la fiesta

- Espera, cariño. Tengo que dejar mis cosas – Le digo, apuntando hacia mi bolso – Y posiblemente cambiarme los zapatos sería una idea inteligente

Baja la mirada a mis pies.

- Uhmm...¿Por qué? Son zapatos muy sexis. Me dan ganas de imaginármela en esos zapatos y nada más – Me dice. Subo una ceja

- Ok, Villa, ¿Qué mierda te pasa? Estás como 50 kilómetros más allá de la línea de lo raro

- ¿Por qué me tiene que pasar algo? – Pregunta, haciéndose el desentendido. Suspiro

- Como tú digas

Me sacudo el brazo con el que me rodea la cintura y subo por mi cuenta las escalas hacia la habitación de Marto. Dejo mi bolso en el sofá y, definitivamente, me cambio los zapatos.

Me estoy atando los cordones de mis Dr Martens negras cuando Villa entra a la habitación de Marto. Se queda parado en la puerta solo mirándome.

- ¿Qué?

- Nada – Responde

Guardo los tacones en mi bolso y me arreglo un poco el pelo en el espejo de Marto.

- Se ve muy cómoda aquí – Observa Villa

- Solía pasar mucho tiempo en esta habitación – Respondo. Él eleva una ceja

- ¿Martín y usted...? – Empieza a preguntar cautelosamente

- ¿Martín y yo...? – Hago un gesto con la mano para que termine de elaborarlo

- Solo...Tienen una confianza particular. Se tocan y se hablan de una manera que...

- Se llama amistad, Villa – Lo interrumpo – Deberías probarlo alguna vez con alguien que no se apellide Vargas ni se llame Juan Pablo. Es una cosa muy enriquecedora

- Pero...¿Nunca pasó nada entre ustedes?

- Pasa algo entre nosotros todo el tiempo, porque es mi mejor amigo. Lo amo muchísimo, de esa manera. Igual que él a mí

- Uhmm

- Dios, ¿Qué?, ¿Qué demonios te pasa esta noche?

- Nada. ¿Bajamos a la fiesta?

- Vale – Le respondo, mirándolo de reojo.

Camina junto a mí hasta el patio, donde saludo y abrazo a todo el mundo.

Hay comida y alcohol por todas partes. Me lleno un plato de las cosas exóticas que hay para comer y me siento en una mesa junto a Laura, Marto y Susi. Cuando acabo de comer, Susi me informa que esta noche está tomando vodka tonics y que debo tomar con ella, con lo cual estoy de acuerdo.

Domingo » Juan Pablo Villamil (Morat)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن