Capítulo 19

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~Hannia~

Las cosas habían pasado de una situación incómoda y bochornosa a una catastrófica y de tensión. Jae había golpeado al hombre que nos vendería el terreno. ¿Y ahora qué haríamos? Después de cómo lo había dejado, dudaba que quisiera siquiera considerar la venta.

—Jae, no podemos irnos de este modo —Dije. Volvió la mira y me miro como si hubiera perdido la razón. Sin detenerse, se abrió paso hasta la entrada del lugar— Jae.

—Señor —Soledad nos esperaba ahí, tenía el rostro descompuesto en una mueca de pánico. Max y Soo nos seguían, los empelados nos miraron con curiosidad, desde luego que se habían percatado de lo ocurrido.

—Soo. Llévala a la empresa —Ordeno mirando a Soledad—  La señora viene conmigo.

—Entendido —Contesto Soo. Los dos se adelantaran y abandonaron el lugar.

Sin decir nada, Jae comenzó a caminar, llevándome con él. Intente seguir su paso, pero el piso complicaba las cosas. ¡Estúpidos zapatos! Se detuvo delante de su auto y abrió la puerta trasera.

—Sube.

—Jae…

—Hannia, sube —Dijo con más dureza. Max me miro y asintió. Sin decir nada obedecí y Jae me siguió. Me volví hacia él y lo mire.

—Jae —Comencé a decir de nuevo, mientras Max rodeaba el auto y subía— Necesitamos ese terreno…

—El terreno se puede ir al carajo.

—Pero…

— ¡No! Hannia. No voy a cambiarte por un estúpido pedazo de tierra —Sus palabras me dejaron sin habla. ¿Tanto le importaba? — Max, vámonos.

—Entendido —Contesto él, poniendo en marcha el auto.

Jae mantuvo su expresión furiosa durante todo el trayecto, razón por la cual decidí permanecer en silencio. De nuevo las cosas salían mal por mi culpa. Creo que Jae se arrepentiría de haberme conocido.

En cuanto Max detuvo el auto, Jae abrió la puerta para bajar.

—Jae —Susurre. Se detuvo y sin mirarme hablo.

—Ve a tu oficina —Cerró la puerta de vehículo y comenzó a alejarse.

— ¡Jae! —Le grite intentando bajar del auto, pero él pareció no escucharme.

—Es mejor dejar que se le pase el coraje —Comento Max.

—Pero necesitamos hablar —Dije frustrada.

—Te puedo asegurar que no deseas que se desquite contigo. Así que mejor, ten paciencia.

La Esposa de mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora