02 | Siempre merecemos más

2.9K 479 437
                                    

Mica

—Esto es un desastre —dijo Clara, paseando la mirada por las hojas que había puesto sobre la mesa—. Hay un montón de cosas que hacer, ni siquiera sé por dónde podemos comenzar.

—Por la búsqueda de talento, por supuesto —respondí, encogiéndome de hombros—. Bueno, por registrarnos como una empresa también. En realidad lo primero que necesitamos es un abogado, para que nos ayude con la parte legal y elabore los contratos que tenemos en mente. Conozco varios.

—Puedo decirle a mi hermano. Tiene un crush contigo, así que seguro no nos cobrará mucho.

Enarqué una ceja y le sonreí.

—¿Me estás sugiriendo que me aproveche de tu hermano? Yo te hacía bondadosa, Clarita.

—No soy fan de la idea —murmuró Santi, con los brazos cruzados.

—Ya es momento de que superes que él y Maju salieron. Han pasado años y ni siquiera ellos dos le dieron tanta importancia. —Clara puso los ojos en blanco.

—A mí me cae bastante bien —intervine.

—Ni siquiera te sabes su nombre —argumentó Santi.

—Matías. Es difícil que lo olvide porque así se llama mi primer exnovio. La última vez que vino disfruté de su expresión cada vez que decía mal su nombre. Me pareció tierno que no me corrigiera, como si no quisiera hacerme sentir mal.

Clara le sacó la lengua a Santi, celebrando que éramos dos contra uno.

—Si es alguien en quien confías, entonces podemos reunirnos con él para hablar —añadí—. Los abogados reconocidos de esta industria o son unos buitres o sus honorarios son altísimos. O ambos.

No era como si Santi y yo no tuviéramos el dinero para financiar un buen equipo de abogados. El problema era que el proyecto en sí requería inversión en distintas áreas. Estuvimos de acuerdo con que queríamos comenzar por lo bajo, como un sello pequeño, independiente, que demostrara cuánto amor le teníamos a la música y cuánto respetábamos a cada artista.

—Hablando de honorarios... —Santi se rascó la nuca con incomodidad—, hace tiempo charlé con Rami Castillo, el productor que nos ayudó con el último disco de Indie Gentes.

—Sé quién es Rami —solté con obviedad. A veces se le olvidaba que yo había comenzado en aquel mundo desde antes de los diez años—, he trabajado con él. Es un genio. Es la persona más talentosa que he conocido en esta industria.

—En cualquier otro momento me ofendería escuchar que la persona más talentosa que conoces no soy yo, pero entiendo que Rami está al nivel de un dios. En fin... Con el presupuesto que definimos no podemos pagarlo. De hecho, a ningún otro productor medianamente decente. Ahora entiendo por qué Led nos obligaba a ser puntuales; estos tipos cobran por hora y sale más barato irnos todos a Abu Dhabi que grabar un disco con ellos.

En ese momento, Beto se unió a nosotros con una manzana mordida en la mano. Se sentó a mi lado, fingiendo que no necesitaba estar siempre junto a Clara pero sin perderla de vista un solo segundo.

—¿Ya puedo unirme a su conversación o siguen con sus cositas confidenciales? —Le dio un mordisco a la fruta y se encogió de hombros—. De todas formas no entiendo el secretismo, Clara me lo contará luego.

—El área de niños está en el jardín —le informó Santi.

—Estaba solo y aburrido. ¿De qué hablaban?

Clara se sentó sobre la mesa y exhaló, cansada. Todos nos veíamos un poco agotados, estábamos cerca de la medianoche y apenas era miércoles.

—Los productores buenos, profesionales y con experiencia son carísimos —le explicó la rubia a su rubito—. Contar con un productor de primera nos obligaría a recortar gastos en otras partes que también son importantes.

Icónica [Indie Gentes #2.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora