Nadie me quiere a excepción de los villanos.

Capítulo 26

Cuando escuché las palabras del gran duque, de alguna manera sentí que la cuerda que rodeaba a mi corazón por fin se rompía.

Me sentí tan aliviada, como si por fin hubiese descansado luego de haberme esforzado mucho.

Por alguna razón, mi corazón estaba tan abrumado, así que no pude responder inmediatamente con un "¡Sí!" y tuve que respirar profundamente.

— ¿Por qué quieres adoptarme? Alguien tan molesta como yo...

—Una persona hambrienta no puede olvidar la deliciosa comida que han probado por primera vez. Y aunque esté en al borde de un acantilado lleno de dificultades, de laguna manera se arrastrará para poder comer.

[Nota: Está diciendo que una vez que se acostumbra a algo, es difícil dejarlo ir y que hará todo lo posible por tenerlo a su lado. En este caso, Shu.]

—Porque yo lo quiero mucho.

—Así es.

El gran duque miró a lo lejos con una expresión melancólica, como si estuviera recordando algo.

¿Podría ser que nadie lo haya amado casualmente hasta ahora? ¿Y sus padres? ¿Y la gran duquesa?

¿Por qué diablos tenía que estar maldito? ¿Por qué una persona tan bondadosa como el gran duque tiene que poner esa cara?

Sintiéndome un poco triste, apreté mis puños.

— ¿Es cierto el hecho de que no quieres volver con tu verdadera familia?—me preguntó el gran duque con una expresión más seria.

Parecía querer asegurarse de que no extrañara a mi familia biológica.

—No los quiero. Ellos no son mi familia.

Eran personas que me habían abandonado sin siquiera buscarme.

Personas que no confiaron en mí para nada.

¿Porque no me querían?

¿Quizás la emperatriz los había engañado?

Quizás ella tenía algo que ver con esto.

Pero no quería entender su situación, o excusarlos.

El que haya vivido una vida miserable era un hecho que nunca desaparecerá.

<No eran una joven y frágil huérfana como yo.>

Eran el emperador y el príncipe heredero, pero aun así no pudieron protegerme.

Más que protegerme, ellos solo amaron a Azela.

Después de todo, este mundo era una novela. Un mundo que solo era amigable con Azela, la protagonista.

Y ese hecho no ha cambiado.

— ¿Los has conocido personalmente?

—No...—negué con la cabeza. —Si realmente soy una princesa, ¿por qué tuve que vivir así?

No tenía intención de recuperar mi estatus.

—No creo que pueda ser una princesa.

No había forma de que apareciera mi familia biológica, y aunque lo hiciera, no los recibiría.

—Bien...—El gran duque parecía un poco sorprendido por mi tenue resentimiento, el cual mostraba por primera vez.

Sabía que tenía que calmarme, pero cuando la presa que había estado contenido mis sentimientos se desbordó, no pude controlarme.

Un padre que me llevó a la muerte sin siquiera saber que era su verdadera hija.

Un hermano mayor que me trató fríamente, diciendo: — ¿Cómo puedo saber si eres mi verdadera hermana?