El Renacimiento De La Esposa Del CEO

Capitulo 29. Anillo de Compromiso

La heladería Cold & Cream en plaza square está en el centro de la ciudad, por lo que en esta época del año esta en su apogeo, llena de clientes y entre ellos una pareja muy llamativa que atraía la mirada de los clientes del alrededor,

—¿Salimos esta noche? —preguntó Nicolás con un helado de chocolate en la mano. —Como amigos, claro.

Añadió.

—No puedo, tengo que ir a la compañía de Christopher.

El rechazo rápido y honesto de parte de ella, hizo que a Nicolás se le quite las ganar de comer su helado.

— Te vas a casar con Dereck Walldering —dejó el cono en la mesa —¿Qué haces trabajado y saliendo con otro hombre?

La pregunta hizo que Ross dejara de lamer su helado durante un breve momento.

Ya que no tenía a nadie con salir, invitó a Nicolás pero si hubiera sabido que la platica se centraría sobre su relación con Christopher, no le hubiese pedido que la acompañe.

—Nick, ahora mismo estoy saliendo contigo y no estoy haciendo nada malo contigo.

— ¡No es lo mismo! —replicó —Tu me rechazaste, y respetaré tu relación con Dereck. Sin embargo, según lo que me cuenta Elena, tu jefe no tiene la más mínima intención de respetarte y dejar de acosarte.

—Grave error habérselo contado a esa amiga traicionera. —suspiró y volvió a comer su helado antes que se derrita.

No está mal tener amigos. Los adora, ésta aprovechando a salir con Nicolás, oportunidad para disfrutar nuevas experiencias que no se dio en su vida pasada, y la invaluable amistad que tiene con Elena de la que no sabe desde hace días, sólo le avisó que viajaría a Suecia por el trágico accidente que ha conmocionado a los Rousseau.

—Se le escapó sin querer pero tranquila, que no es tan grave como lo que tienes en la cara. —no va a vender a Elena.

— ¿Que... Que tengo? —dejó de tomar su helado.

Que no sea un grano en la cara, que está tarde tiene una sesión de fotos y no quiere tener ninguna imperfección en el rostro.

—Un copo de nieve en la mejilla derecha —respondió y le empujó el cono en la cara. —Linda, incluso con la cara manchada de helado.

Sonrió a carcajadas, la cara estupefacta de Ross se merecía una foto de recuerdo. Saco su teléfono y el flash que se olvidó de desactivar la cegó.

Salió con los ojos cerrados.

—Payaso — se quejó y sacó de su bolso un espejo. El maquillaje que su asistente arregló para ella se arruinó.

—Mi lengua puede solucionarlo pero como eres la reina del hielo, es evidente que lo harás tú sola —dijo y la miró con diversión una vez más antes de levantarse para pagar la cuenta.

—......

Ross se quedó con las ganas de contestarle, no le agrada que le pongan título, aún cuando las palabras que eligió hayan acertado en definirla.

Se levantó del asiento y decidió esperarlo en el estacionamiento, el deportivo impecable de Nicolás como siempre, brillaba bajo los rayos del sol.

No pasó muchos segundos, cuando Nicolás la alcanzó y le abrió la puerta del asiento del copiloto. Él hizo lo mismo, rodeó el auto y se sentó en el asiento del conductor.

—Pensé que tu familia se encontraba en problemas y bajo problemas legales pero mantienes las comodidades a las que estas acostumbrado . —dijo Ross mientras se ponía el cinturón de seguridad. .