Capítulo 24

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—Regresaré ahora.

— ¡Está bien! Ven de nuevo, Shu!

Todos los niños agitaron sus manos y se despidieron.

Yo sonreí suavemente y asentí.

<Ya no soy Shu. Mi nombre es ShuShu.>

Aunque fue breve, mi vida en el orfanato fue una serie de tensiones.

Tener que ver a los niños, que se dieran cuanta de las injusticias y que se pusieran de mi lado mientras evitaba los celos y la envidia. Por eso y más, el orfanato no podía ser mi hogar.

Ahora me daba cuenta de que había llegado a considerar al gran duque como una casa, no como el orfanato.

— ¿Has vuelto? ¿Te has encontrado con tus amigos?

— ¿Fue divertido?

Cuando regresé al carruaje, Windert me abrazó y me levantó.

Los dos parecían haberme observado a través de la ventana del carruaje para ver si tenía algún problema.

<Dices que he vuelto.>

Asentí y apoyé la cabeza en el hombro de Windert.

— ¿Por qué me trajiste al orfanato?

— ¿Fue incómodo?

—....Sí.

Era como usar ropa que no te quedaba bien, como si algo te molestara en los calcetines.

Ahora sentía con fuerza que el orfanato no era mi espacio.

—Tu casa ya no es un orfanato. Es nuestra casa.

—No me importa la reputación ni de donde vengas. ShuShu es una niña que puede brillar por si misma donde quiera que esté.

Windert y Delane me abrazaron mientras me decían aquellas palabras.

Incluso si estaba en un orfanato o en la casa del gran duque, yo era Shuelina.

No importaba donde estuviera, mi personalidad que brillaba por sí sola no desaparecería.

Le agradecí a Windert por intentar decirme eso, así que solo asentí levemente con la cabeza.


* * *


Después de que mi seguridad fuera amenazada, todos en el gran ducado estaban ocupados buscando posibles espías.

<No sabía que todo el mundo se preocupaba por mí.>

Por mucho que buscara, no podía saber por dónde se filtraban mis movimientos.

Era porque todo el mundo, sin importar quién fuera, presumía de mí con orgullo, diciendo que una linda señorita había llegado al gran ducado.

<Pero tiene que haberse filtrado de algún lugar.>

Los empleados fueron severamente regañados por el gran duque, Lucy y Edgar.

La situación en donde una huérfana había sido secuestrada en el exterior e hizo preocupar al duque y a los superiores.

Cualquiera en ese contexto me ignoraría y excluiría...

<Pero son gente demasiado amable.>

Todos se acercaban a mí con expresiones preocupadas y disculpándose porque debió de haber sido aterrador para mí.

Eran expresiones demasiado serias para una niña como yo...

Nadie me quiere a excepción de los villanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora