—Está ben poque ar final vinite. ¡Penshé que los hemanos y el gan diuque venria a shalvarme!
En retrospectiva, fue una creencia realmente extraña.
Sólo llevamos dos semanas viviendo juntos. ¿Qué tipo de confianza podía surgir entre otras personas de diferente estatus y situación y yo?
Sin embargo, la aparición del gran duque, que se preocupaba por mí era real.
Windert también me eligió y me salvó del infierno.
Lo mismo ocurría con Delane, que intentaba cuidar de mí.
Después de sentir esto varias veces, surgió en mí una extraña creencia, la cual me decía: "¿Esta vez sí sucederá?"
De hecho, era una idea muy peligrosa para una huérfana el poder confiar.
<Como era de esperar... odio estar indefensa.>
Esta vez, logré escapar porque el gran duque y su gente me protegieron. Y para ser honesta, el ataque del mago resultó ser bastante débil.
Quizás se debió a que la emperatriz no pensó en las variables. Nadie hubiera esperado que el gran duque se interesara por mí.
Tal vez, incluso aunque lo hubiera sabido, quizás la emperatriz lo ignore y actúe de forma similar.
Pero, entonces, ¿qué debo hacer si el gran duque no puede protegerme?
¿Qué debo hacer si la emperatriz intenta hundir al gran duque conmigo?
—ShuShu, vamos, acuéstate aquí.
Llegamos a la habitación mientras pensaba, y Windert me tumbó en la cama.
Entonces, Delane me dio unas palmaditas en el pecho sobre la manta.
—¿Todavía estas muy sorprendida?, pero no te preocupes. Te vigilaremos hasta que te duermas, así que vamos a dormir un poco.
Tal y como él dijo, los dos trajeron taburetes y se sentaron a un lado de la cama.
Sentí que realmente se quedarían hasta que me durmiera.
—¿No etan oscupados los hemanos...? —murmuré en voz baja.
En concreto, era hora de que Windert fuese a estudiar.
—Estabas muy asustada, ¿fue para tanto? Tu corazón aún late con fuerza. —Delane negó con la cabeza ante mis palabras y gruñó.
—¿Cómo shabian los hemanos ronde estaba?
¿Cómo supieron que estaba en ese callejón?
Ante mi pregunta, las expresiones de Delane y Windert se volvieron un poco vagas.
—Umm... Simplemente lo sentí.
—Yo igual. Y al final mi padre y mi hermano terminaron señalando el mismo lugar.
Solo pude abrir los ojos ante esas palabras inesperadas.
¿Puede ser que todos en esta familia nacen con intuición?
—Vamos, deja de hablar, tu corazón no deja de latir rápido. —Susurró Windert con rostro decidido.
Así es. Mi corazón seguía latiendo con mucha fuerza. Aún estaba nerviosa y no dejaba de latir rápido, pero no podía calmarme. Aun me sentía incómoda.
<Tengo miedo.>
Tenía miedo de que la emperatriz extendiera sus garras hasta el gran duque.
ESTÁS LEYENDO
Nadie me quiere a excepción de los villanos.
Spiritual"¿Por qué te obsesionas con rechazar favores?" Extras sacrificados por la niña favorecida. La princesa Shuelina es abandonada por su verdadero padre y su hermano. ....Ahora soy la protagonista de esta extraña historia. Mi única esperanza es que aun...