* * *
<......!>
Sorprendido, el gran duque sostuvo con fuerza la manija de la ventana. La escena de Shuelina podía sentirla vívidamente a través de la ventana.
Soltó su agarre de la ventana sólo después de que Windert golpeara y tirara la espada de Delane.
La manija de la ventana se hizo añicos por la fuerza aplicada.
— ¿Su gracia? ¿Qué ocurre?— preguntó con cautela Cahill, un ayudante, mientras veía como el gran duque se levantaba con prisa de su lugar y abría la ventana.
—No pasa nada. —contestó el gran duque mientras hacia un gesto con la mano. Indicaba que podía continuar hablando.
Cahill continuó con cautela. Estaba informando sobre los horrores del orfanato que había investigado.
—...Bueno. Los niños que vi, se veían muy hambrientos. No parecían bien alimentados, al igual que la señorita.
—......
La mano del gran duque, que recordó a Shuelina, muy hambrienta y vulnerable, volvió a tensarse.
Cuando conoció a Shuelina, estaba descuidada y parecía haber sido maltratada por los adultos que supuestamente debían cuidarla.
Sin embargo, era como un pequeño gatito callejero, frotando su frente en el dorso de su mano, anhelando cariño.
—Ninguno de los niños vestía con ropas adecuadas para la temporada.
— ¿Y?
—Todo el orfanato estaba helado, excepto en el despacho del director.
El rostro del gran duque se arrugó.
—Es probable que la cantidad malversada por el director era bastante. Si la subvención se hubiera administrado correctamente, este no habría sido el caso.
Las subvenciones proporcionadas por el gran duque era una cantidad considerable. Y aunque hubiese recibido alguna donación persona, no habría sido insuficiente.
—Cómo se atreve.
Cahill tembló ante la ira del gran duque, algo que nunca había visto antes desde que trabajaba para él.
<De alguna manera estoy enojado.>
El gran duque siempre había sido un hombre racional.
La única persona por la cual estaba perdiendo los estribos era Shuelina. Era muy raro para él sentir emociones por los demás.
Una niña que se había acercado a ellos pese a la maldición y les expresaba sus sentimientos sin miedo.
Shuelina le recordaba a su fallecida esposa.
La primera vez que vio a la niña, se sorprendió ya que sus ojos azules parecían superponerse a los de su esposa.
Por supuesto, Shuelina no podía ser hija de su esposa, ya que ella había fallecido desde antes que Shuelina naciera.
Además, el color de sus ojos era mucho más claro. Los de su esposa eran sólo azules, mientras que los de Shuelina era una mezcla de púrpura y azul.
Aun así, sus ojos reflejaban bondad y esperanza, por lo que de alguna manera era una niña que no podía dejar de mirar.
Shuelina trataba al gran duque y a sus hijos con indiferencia. Además, en términos de gustos y disgustos, parecía que sus hijos sentían casi un gusto extremo por ella.
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Nadie me quiere a excepción de los villanos.
Spiritual"¿Por qué te obsesionas con rechazar favores?" Extras sacrificados por la niña favorecida. La princesa Shuelina es abandonada por su verdadero padre y su hermano. ....Ahora soy la protagonista de esta extraña historia. Mi única esperanza es que aun...