CHAPTER 82

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Narrador omnisciente:


-¡¿Pero que sucedió?!- pregunto una alarmada Madame Pomfrey la cual habia vuelto del invernadero de donde tomo unas hierbas necesarias para hacer una poción.

Claramente no esperaba ver a la pelirroja desmayada de nuevo.

-Buenas noches señora Pomfrey- dijo Dumbledore volteando a ver a la enfermera

-Profesor Dumbledore- hablo la enfermera hecha un manojo de nervios- Necesito su ayuda- le pidió al anciano el cual la miraba con atención- No se que le pasa, su firma mágica esta demasiado dañada- le dijo en un murmuro para que los otros estudiantes no escuchen, con su varita hizo un movimiento mostrándole lo que sucedía dentro del cuerpo de la menor al director.

Era un hechizo básico y no muy usado en la medicina mágica ya que normalmente la firma mágica de las personas permanecía intacta a no ser que hayan sufrido de torturas, hayan sufrido de un desbalance mental o una magia ajena interfiera en su cuerpo.

El caso de Larissa Weasley era precisamente el ultimo, Regulus Black estaba interfiriendo en su mente, específicamente, a la vez que Dumbledore habia tratado de entrar a la mente de la pelirroja.

Dos magias poderosas, y distintas, se habían infiltrado en la mente de una menor que carece de experiencia respecto al arte de la Legeremancia o la Oclumancia.

Y las consecuencias se estaban haciendo presente en ese mismo instante.

-Alguien mas esta en su mente- susurro Dumbledore para si mismo y se acerco al cuerpo de la pelirroja, con el ceño fruncido alzo un poco la cabeza de la chica y lo vio.

-¿Que sucede?- pregunto Cedric al ver que Dumbledore estaba serio, nunca lo habia visto así. Díganos la verdad ¿Qué le sucede a Larissa?

-Señor Diggory si no se calla lo tendré que sacar de aquí- le dijo la enfermera molesta- Es mas, ya hay demasiadas personas aquí dentro, tienen que salir. ¡Señor Filch!- llamo la enfermera- Necesito que saque a estos jóvenes de aquí- dijo señalando a Cedric, Blaise, Daphne, Will y Draco.

-Atrévanse a ponerme un solo dedo encima y mi padre se encargara que lo encierren de por vida en Azkaban- amenazó el rubio mirando con frialdad al squib que solo rodo los ojos.

Mientras tanto, Dumbledore miro detrás de la oreja de la pelirroja, donde unas líneas negras se habían formado, algo transparentes, podrían hacerse pasar como sus venas, pero no lo eran. Eran las marcas que comprobaban lo que Dumbledore habia deducido.

Alguien mas estaba en la mente de Larissa, es por eso que el al tratar de entrar en su mente no habia podido ver nada, y el error que cometió fue lanzarle un hechizo aturdidor de emociones para calmarla cuando realmente hizo todo lo contrario, la mente de la pelirroja estaba hecha un caos.

-¡Suélteme!- forcejeaba Daphne mientras que Filch la arrastraba a ella y a Blaise fuera de la enfermería.

-¡Se arrepentirá si sigue arrugando mi camisa!- gruño Blaise tratando de zafarse del hombre.

Lo que no sabia Dumbledore era que el que se habia metido en la mente de la pelirroja, de una manera u otra, era Regulus Black.

El cual debido a la lejana conexión familiar que tenia con la pelirroja, y por el don que ambos compartían, habia creado paredes mentales en la mente de la chica, justamente para que Dumbledore no viera de lo que era capaz la joven Weasley.

El propósito de Regulus Black era proteger a la chica de las aspiraciones de Dumbledore, esa era su misión y hasta que no la cumpla seguiría manifestándose en los sueños de la pelirroja, era ese el deber que lo mantenía, de una manera rara, aun en el mundo terrenal.

𝑼𝒏𝒂 𝑾𝒆𝒂𝒔𝒍𝒆𝒚 𝒆𝒏 ¿𝑺𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆𝒓𝒊𝒏? a draco malfoy fanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora