El mounstro que se enamoró de la humana.

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Me acerqué a ellos,el tipo intentó dispararme pero lo aventé con mi mano. También aventé su auto haciendo que se dañara. Ni siquiera me importaba si algún otro auto pasaba y me veía. Solo quería acabar con esto, quería acabar de una vez por todas.

—ALÉJATE DE ELLOS—hablé con esa voz que atemorizaría a cualquiera.

—¿QUÉ MIERDA ERES?—gritó él.

Intento huir pero lo tome con mi mano levantándolo por los aires. Observé el miedo en su mirada, sabía que con solo un movimiento podría tirarlo y terminar con su vida. Podía hacer tantas cosas.

—TERMINEMOS CON ESTO—pronuncié.

—¡NO PUEDES HACERLO!, ¡TÚ NO ERES UN ASESINO! ¿QUÉ PENSARA ELLA CUANDO SEPA LO QUE HICISTE?

—ESO NO IMPORTA...

Pero lo dudé. ¿Realmente eso no importaba? ¿Realmente sería el malo si lo asesinaba? Él nos había causado bastante daño, incluso intento matarme, o mejor dicho lo hizo.

¿Por qué debería tenerle compasión? ¿Por qué debería ser bueno...? ¿Por qué debería dejarlo huir?

Pero...¿sería una mala persona? ¿Luna me vería como un asesino? ¿Las personas que quiero me odiarían?

—¡HAZLO!—gritó—DUDO QUE PUEDAS.

—¡CÁLLATE!—le exclamé mientras pensaba en que debía hacer. En ese momento miré hacia en dirección con Dan pero él no reaccionaba, por el contrario había un charco de sangre alrededor suyo. Eso me hizo perder la razón, miles de cosas pasaron por mi mente y poco a poco sentí como me hacía pequeño y era más pesado cargar a esa persona, él tipo se mantuvo Bien agarrado a mí, una vez recobré mi estatura él me empujó para huir.

En ese momento no me importaba nada, estaba en un estado de shock, sabía que debía hacer algo pero incluso acercarme a Dan me atemorizaba. Camine hasta él temeroso, lo empujé varias veces pero no reaccionó, una desesperación más fuerte me invadió. No había nadie, estábamos en medio de la carretera, cargué el cuerpo de Dan, mi primera acción fue llevarlo hasta el auto pero una vez ahí me di cuenta que no sabía manejar. Comencé a frustrarme mientras golpeaba el volante, me acerqué a él y no sentí que respirara eso me hizo preocuparme todavía más. ¿Y si estaba...?

No, no quería pensar eso.

La última opción, lo tome entre mis brazos y corrí hasta llegar a una parte donde pudiesen apoyarlo. Pero, por más fuerte que corría no era lo suficientemente rápido, tenía que encontrar ayuda pero dentro de mí tenía miedo de que fuera demasiado tarde.

Una vez que llegue a la ciudad pregunté por el hospital más cercano, o si alguien podía ayudarme al final una señora se ofreció a llevarnos.

—Por favor Dan, a donde sea que van los humanos antes de morir, no vayas.—susurré mientras iba en la parte trasera de aquel auto.

—Tranquilo llegaremos pronto—ella sonrió amablemente—Toma, no sé cuáles son las circunstancias pero esto te quedará, lo olvidó mi hijo.—me ofreció un abrigo largo. Fue hasta ese entonces que me percaté que había corrido todo este tiempo desnudo ya que había rasgado mi ropa. Lo tome amablemente y me lo pusé, una vez llegamos al hospital se lo llevaron urgentemente, me pidieron esperar hasta que obtuvieran respuesta. Me senté pero no dejaba de sentirme intranquilo, comencé a caminar por el lugar, después lo analicé, solo había visto hospitales en las películas, pero ahora que lo veía me parecía un poco triste que todas estas personas estaban enfermas, que algunas quizá no podían pagar su tratamiento o que otras deseaban con todas sus ganas no estarlo. Y por otro lado estaban personas como Dan, que habían sufrido accidentes.