¿Ya les había dicho lo idiota que era?

—¿A que estas jugando, Jake? —Pregunté cruzándome de brazos—

—¿A que estas jugando tu, nena? 

Odio que respondan con una pregunta cuando ya hice una. Aghhh.

—Quítate que llegaré tarde —volví a repetir apoyando mi mano en su pecho para que se moviera—

—De acuerdo —sonrió— ¿Que harás este Viernes por la noche?

¿Que se supone que es aquella pregunta?

—¿Ver el juego de los Lakers con Zack? —Respondí sarcásticamente—

—Y que tal si lo ves conmigo. Digo... es que —comenzó a rascar su nuca con la mano derecha— hace mucho no hacemos este tipo de cosas —murmuro esto ultimo—

Su propuesta me había dejado shockeada por completo. Yo, sinceramente, no lo esperaba...

No respondí. No porque no quería, sino porque no sabía que responder.

—Olvídalo —dijo agitando su mano— no he dicho nada... creo que se hace tarde para Química

Y luego de decir eso, retiro sus brazos que estaban alrededor de mi cuerpo encerrándome y se fue.

¡Vaya! Los niños si que son raros.

Jake.

No podía hacerle esto a Brooklyn. Sé que dañaría mi hombría y esto me dolería mi balloon autografiado por la NFL y mi chaqueta de cuero favorita, pero no importaba. Solo me importaba Brooklyn y tratar de recuperarla. ¡Demonios! Tengo que dejar de hacer idioteces, si en verdad quiero recuperarla tendré que luchar por esto y sé que no será fácil ¿Quien dice que lo sera? Y más conociendo a Brooklyn, pero lo que fácil viene, fácil se va. Y Brook sencillamente no me hace las cosas fáciles. 

Y tampoco quiero que se vaya de mi vida.

***

—Hermano, ¿lo dices en serio? —rió Cameron— ¡Lo sabía! Eres un puto cobarde. Sabía que no tenias agallas pero es que simplemente no me lo creo, eres...

—Ya, ya —dijo Jake cansado de escucharlo— ya entendí, es lo que escuchaste. Me retiro de la apuesta, has ganado

—Me la has hecho tan fácil, eres una niñita —se burlo Cameron— ¿Que harás ahora? ¿Correr bajo el ala de papá para que te consiga un balloon nuevo?

No lo escuches, intenta provocarte. Es el mismísimo Lucifer.

—Mira Jake, una apuesta es una apuesta y no tienes permitido retirarte —le recordó— son las reglas.

¡Y como olvidarse de las putas reglas! Aquellas reglas que estaba cansado de cumplir al pie de la letra, aunque a veces ni él se creía aquello porque él mismo las quebrantaba.

—Y si pierdes a propósito, iré a contarle a Brooklyn sobre la apuesta —añadió— en cambio, si sigues con esto tienes permitido reconquistarla y yo guardaré tu secreto, y si juegas limpio aunque pierdas también guardaré tu secreto, pero en caso que te retires o pierdas a propósito sabrá sobre esto y ten por seguro que te detestara más que a su madre

¿¡que clase de amigo es Cameron!? Oh, se me olvidaba. Él no es mi amigo de verdad, esos son Taylor y Zack. Quizás Nick, pero Cameron solo era mi compañero de habitación.

***

Residencia Dion.

Viernes 22 de Agosto del 2014, 21:03 P.M.

No te enamores del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora