Ideales
Dos mellizos son los estudiantes más destacados de España y ganan la mejor beca universitaria de Estados Unidos. Pero se ven implicados en un secuestro de la hija de la familia más popular de la ciudad y acusados de ser los culpables. ¿Perde...
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Subimos a mi habitación cuando las cosas se calmaron. Tanto Amaya como Karter y Lohan se encontraban en un silencio profundo, ya la policía se había llevado el cuerpo hacia el hospital.
Decidí preparar café para los cuatro y cuando estuvo listo se los serví en una bandeja junto con un poco de azúcar para que cada uno tomara a su gusto. Por suerte Karter había decidido días antes comprar una bolsa de café con la finalidad de beberlo para nuestros estudios, ahora nos funcionaría para este momento tan pesado.
Mi mellizo y Amaya bebieron, pero Lohan se negó a pesar de insistirle varias veces. Su rostro estaba levemente perdido en algún punto del piso. El verlo así también me quito el deseo de tomar algo, así que decidí observar a los otros dos disgustar de la bebida.
—Mara odiaba los días de lluvia. —Soltó de repente en el silencio el chico que practicaba futbol de manera extracurricular. Seguro lo había dicho porque entramos antes de que la lluvia azotara como lo estaba haciendo ahora.
—No me puedo imaginar a una Mara que odiara algo —Amaya comentó en un susurro tomando del café para mirar al castaño con una sonrisa triste, este también la miró e hizo el mismo gesto.
Mi hermano se encontraba muy callado también, solo revolviendo su café con la mano, perdiéndose en el movimiento que este hacía en círculos. Pasaron unos segundos hasta que terminaran de beber y dejaran los restos sucios que yo tomé para colocarlo en el lavavajillas.
—No me puedo imaginar lo que pasó Mara. Tampoco quién pudo hacer esto —habló mi hermano haciendo que los otros le miraran, incluso yo lo hice cuando me di la vuelta para sentarme en la única silla libre que quedaba de la mesa.
—Nadie puede imaginarse nada de eso —murmuró Lohan para luego girar sus ojos hacia mí. Yo entendí el significado de esa mirada.
—¿Creen que fue en el Haro? —cuestionó Amaya alternando los ojos entre nosotros tres. Un «no» al unísono por parte de los chicos nos sorprendieron, Lohan continuó.
—Si fuera un acto de El Haro, su cuerpo no habría aparecido.
—Quien haya sido debe conocer bastante la universidad —dedujo Karter para solo llevarse la negativa de la cabeza del otro chico.
—Casi todos en Efren conocen la universidad, no tiene caso empezar por ahí.
—¿Y si fue alguien de paso? —pregunté.
—Tampoco. Efren tiene una política bastante estricta de visitantes. De venir como turista debe ser por más de dos semanas y serán anunciados por los noticieros.
—¿Cómo? —preguntó mi mellizo extrañado.
—Son políticas de seguridad, Maxwell las implementó en sus primeros meses de su mandato policial para la seguridad de la ciudad. Todos pueden salir, pero todos deben saber quién entra —contesto Amaya.